miércoles, 11 de septiembre de 2013
viernes, 2 de agosto de 2013
CIUDADES INTRATERRENAS
Cuentan los últimos macuxíes (del norte del Amazonas), que hasta el año 1907 entraban por una caverna y andaban entre trece y quince días, hasta llegar al interior. Allí, "del otro lado del mundo", viven los "hombres grandes", que miden entre tres y 3,5 metros. Son muy buenos pero hay que respetar sus indicaciones. La consigna de los macuxíes del lugar, era custodiar la entrada de la caverna, impidiendo el acceso a todo otro ser que no fuera alguno de los autorizados de la tribu. Cuando el gran viento que recorría el enorme túnel empezaba a soplar hacia afuera, (tenía ritmos de cinco días hacia afuera y otros tanto hacia adentro) podían comenzar a descender las escaleras (de 82 cm. de altura cada escalón), y las escaleras terminaban al tercer día (contaban los días con el estómago y los períodos de sueño, lo que resulta sumamente exacto).
Allí dejaban también los breos (antorchas hechas con palos embebidos en brea de afloramientos petrolíferos cercanos), y continuaban iluminados por luces que simplemente estaban colocadas allí, grandes como una sandía y claras como una lámpara eléctrica. Cada vez andaban más rápido, puesto que iban llevando menos peso e iban perdiendo el peso corporal. Atravesaban cinco lugares que estaban muy bien delimitados, en medio de unas cavidades enormes, cuyo techo no era posible ver. Allí habían -en una de las salas- cuatro luces como soles, imposible mirarlos, pero que seguramente no era tan altas como el sol. En ese sector crecían algunos árboles de buenos frutos, como cajúes, nogales, mangos y plátanos, y plantas más pequeñas. Por la descripción comparativa con ciertos lugares de la zona macuxí, esa sala tendría unos diez kilómetros cuadrados de superficie "transitable" y vegetada, y otros sectores inaccesibles y muy peligrosos, con piedra hirviendo, así como unos arroyos de azogue (mercurio, que los macuxíes conocieron en el presente siglo su uso para amalgamar el polvo de oro, merced a los garimpeiros que hoy contaminan con él las aguas amazónicas). Luego de estas cinco grandes cavidades, en un punto situado más allá de medio camino, debían tomarse de las paredes, y con cuidado impulsarse porque "volaban" (es decir que estaban ingrávidos como un astronauta).
El viento que había comenzado a soplar hacia afuera, no era obstáculo al iniciar el descenso, pero si lo intentaban al revés, la violencia del remolino les podía arrastrar al abismal túnel, y el cadáver -golpeado mil veces- no se detendría hasta un día de marcha, cueva adentro. Respetando este ciclo, iniciando la marcha con viento en contra (que era a favor de su seguridad) bajaban tres días por escaleras; y luego de dos días de marcha por túnel angosto, ya sin escaleras, el viento volvía hacia adentro, de modo que cuidaban los pasos desde el día de la partida, para no dejar arena removida o guijarros sueltos que luego se estrellarían en sus espaldas. Aún con viento a favor -ya en el séptimo u octavo día de marcha-, llegaban a la zona "donde todo vuela", es decir al medio de la costra del planeta (el medio de la masa, magnéticamente hablando, que no es el centro geométrico de la Tierra, sino cualquier punto en medio del espesor de la corteza).
A veces el viento era muy fuerte, y en vez de tomarse de las paredes para impulsarse, debían hacerlo para frenarse y no ser golpeados. Generalmente duraba desde poco menos de un día hasta día y medio, la travesía sin gravedad. Algunas veces debieron aferrarse a las salientes pétreas o a hierros que habían "desde antes" clavados en la roca, y esperar dos días a que amainara el viento. Luego seguían el camino caracterizado por arroyos con aguas muy frías que atravesaban la caverna, y entraban a una especie de gran vacía, mayor que las anteriores, donde habían unas cosas brillantes, de forma similar a los panales de abejas, de unos diez metros de diámetro, situados sobre un vástago, como un tronco de árbol, a una altura imprecisable por la memoria de los últimos macuxíes que viven recordando aquello, aún con cierto temor a las represalias de "los hombres grandes".
Los viajeros iban recobrando el peso, pero no llegaban a recobrarlo totalmente, porque aparecían en "la tierra del otro lado", donde todo es un poco más liviano, el sol es rojo y siempre es de día, sin noche, ni estrellas ni luna. Allí permanecían unos días, disfrutando de unas playas cercanas, volviéndose más jóvenes. (Lo que recuerda a Apolo, que iba al Olimpo a rejuvenecerse) Los macuxíes conocían muy bien el Atlántico, pues estaban -"afuera"- a unos trescientos kilómetros de la costa, y no era éste el mar). Los gigantes les daban unos peces muy buenos y grandes, cuya carne no se descomponía hasta dos o tres meses de haber sido pescados. Con esa preciosa carga, manzanas más grandes que una cabeza y uvas del tamaño de un puño, además de mucha energía corporal, volvían acompañados de algunos gigantes que les ayudaban con el enorme peso que traían. El viaje de vuelta se iniciaba con viento a favor, para volver a tenerlo a favor también en la última etapa, al subir los tres últimos días por las escaleras, cuyos últimos restos existen actualmente.
La creencia -o conocimiento- de los macuxíes, es que si respetan las pautas dadas por los gigantes, luego de morir aquí afuera, nacerán entre ellos, allá adentro. Cuentan que algunos macuxíes no morían, sino que se transformaban (¿transfiguraban?) en casi-gigantes y se quedaban en el interior. Esto requería principalmente, no tener hijos aquí afuera.
La tragedia para los macuxíes sucedió en 1907. Tres exploradores ingleses, llegaron en nombre de su reina, buscando diamantes. La zona macuxí es aún actualmente un poco diamantífera, pero ya se la ha explotado desde 1912 tan intensamente que casi no hay diamante, siendo poco o nada rentable su búsqueda. Cuando llegaron los ingleses, había lo suficiente como para conformar a la reina y a muchos ambiciosos que se enriquecieron luego, explotando a los nativos, pero uno de aquellos "viajeros autorizados al Centro de la Tierra" cometió la terrible imprudencia de violar la consigna de secreto, e indicó el lugar de entrada a los extranjeros. Uno de ellos envió una carta a Su Majestad, repitiéndole una narración como ésta, con algunos detalles más. En las arenas de las playas interiores, abunda el diamante, al igual que en algunos enormes bloques carboníferos de mineral de serpentina, de antiguos calderos volcánicos, que hoy son, justamente, esos túneles hacia el interior del mundo.
Los tres hombres salieron -o mejor dicho entraron- de expedición, pero no regresaron jamás. En vez de ello, salieron los gigantes, reprendieron a los macuxíes y les prohibieron para siempre el ingreso al interior. Luego de dos años de angustia y pobreza (esa zona, en esta superficie externa tenía diamantes -sin valor entonces para ellos-, pero no mucha fruta ni muchos peces), decidieron intentar un nuevo contacto con los gigantes, a pesar de la prohibición. Viajaron esperanzados durante dos días, pero llegaron a un punto del camino donde el viento venía de otra caverna que ellos no conocían. El camino original estaba derrumbado. Algunos volvieron inmediatamente, pero otros decidieron seguir el nuevo y desconocido túnel. Varios meses después, uno de ellos regresó y dijo al resto que podían entrar; los gigantes les autorizaban, pero sería para no volver nunca afuera, porque otros ingleses irían al territorio y les dañarían. Algunos se negaron a partir, porque el lugar asignado era una de aquellas grandes vacuoides. Otros aceptaron irse y no regresaron jamás.
Unos años después, comenzaron a llegar garimpeiros, a enturbiar los ríos con zarandas, resumidoras y mercurio, y a enturbiar los cerebros de los macuxíes que se quedaron "afuera", con caña, caipiriña y macoña (droga). También les enturbiaban las espaldas -con látigos- y la raza, violando a sus mujeres. En junio o julio de 1946 hubo un enorme derrumbe en el túnel, cayendo casi toda la escalera. Hoy sólo quedan algunos escalones del inicio, y un enorme precipicio inescalable, donde el viento sopla con ritmos diferentes. Algunos viejos macuxíes que escaparon al látigo inglés, y aún viven contando su edad por lunas, no se resignan totalmente a olvidar el Paraíso Perdido.
Nunca mejor expresado, pues ellos lo conocieron... Y lo perdieron.
Profecía para el Final de los Tiempos a través de un Maestro Búlgaro
El Maestro Peter Deunov (1864-1944)
"..En el transcurso de los tiempos, la consciencia del hombre ha atravesado un largo periodo de oscuridad. Esta fase, que los hindúes llaman "Kali Yuga", es el punto de remate. Nos encontramos hoy en la frontera entre dos épocas: la del Kali Yuga y la de la Nueva Era en la que estamos entrando.
Ya se ha producido una mejora gradual en los pensamientos, los sentimientos y los actos de los humanos, pero pronto todos serán sometidos al fuego divino, que los purificará y preparará de camino a la Nueva Época. Así, el hombre se elevará a un grado superior de consciencia, indispensable para su entrada en la Nueva Vida. Esto es lo que se entiende por "la Ascensión".
Transcurrirán algunos decenios antes de que llegue este fuego, que transformará al mundo, aportándole una nueva moral. Esta inmensa oleada, proveniente del espacio cósmico, inundará toda la Tierra. Todos aquellos que intenten oponerse a esto, serán llevados y transferidos a otro lugar.
Aunque no todos los habitantes de este planeta se encuentran en el mismo grado de evolución, la nueva ola será sentida por cada uno. Y esta transformación tocará no sólo a la Tierra, sino también al conjunto del Cosmos.
La única y mejor cosa que el hombre puede hacer ahora es volverse hacia el Señor y, mejorando conscientemente, elevar su nivel vibratorio, a fin de encontrarse en armonía con esta potente oleada en la que pronto se sumergirá.
El fuego del que hablo, que acompaña a las nuevas condiciones ofrecidas a nuestro planeta, renovará, purificará y reconstruirá todo: la materia será afinada, vuestros corazones serán liberados de la angustia, de los problemas y de la incertidumbre, y se volverán luminosos; todo será mejorado, elevado; los pensamientos, sentimientos y actos negativos serán consumidos y destruidos.
Vuestra vida actual es una esclavitud, una pesada prisión. ¡Comprended vuestra situación y liberáos de ella! Os lo digo: ¡salid de vuestra prisión! Es verdaderamente desolador ver tanto extravío, tanto sufrimiento, tanta incapacidad de comprender dónde se encuentra vuestra verdadera felicidad.
Todo lo que está a vuestro alrededor pronto va a desplomarse y desaparecer. No quedará absolutamente nada de esta civilización ni de su perversidad; toda la Tierra será sacudida y ni una sola traza subsistirá de esta cultura errónea que mantiene a los hombres bajo el yugo de la ignorancia. Los temblores de tierra no son sólo fenómenos mecánicos, también son un llamado al despertar del intelecto y el corazón de los humanos, para que se libren de sus errores y de sus locuras y para que comprendan que no están solos en el universo.
Nuestro sistema solar atraviesa ahora una región del Cosmos donde anteriormente fue destruida una constelación que ha dejado su impronta, su huella. Esta travesía por un espacio contaminado es una fuente de empoderamiento, no sólo para los habitantes de la Tierra, sino para todos los habitantes de otros planetas de nuestra galaxia. Únicamente los soles no son afectados por la influencia de este entorno hostil. Esta región se llama "la tercera zona"; también se la llama "la zona de las contradicciones". Nuestro planeta ha permanecido infectado durante miles de años, pero nos aproximamos a la salida de este espacio de tinieblas, y estamos en el punto de alcanzar una región más espiritual, donde viven seres más evolucionados.
Ahora la Tierra sigue un movimiento ascendente, y cada uno deberá esforzarse en armonizarse con las corrientes de la Ascensión. Los que rehúsen someterse a esta orientación perderán la ventaja de las buenas condiciones que le fueran ofrecidas para elevarse. Quedarán atrás en la evolución y deberán esperar decenas de millones de años hasta la llegada de la próxima oleada ascensional.
La Tierra, el sistema solar, el Universo, todo se mueve en una nueva dirección bajo el impulso del Amor. La mayor parte de vosotros consideráis aún el Amor como una fuerza irrisoria, pero, en realidad, ¡es la mayor de las fuerzas! La plata y el poder continúan siendo venerados como si el curso de vuestra vida dependiera de ello. En el porvenir, todo estará subordinado al Amor y todo le servirá. Pero sólo a través de los sufrimientos y las dificultades la consciencia del hombre se verá obligada a despertarse.
Las terribles predicciones del profeta Daniel escritas en la Biblia se refieren a la época que se abre. Se producirán inundaciones, huracanes, incendios gigantescos y temblores de tierra que barrerán todo. La sangre correrá en abundancia. Habrá revoluciones; explosiones terribles retumbarán en numerosas regiones de la Tierra. Donde está la tierra llegará el agua, y donde está el agua estará la tierra... Dios es Amor; y, por tanto, se trata más bien de un castigo, de una respuesta de la Naturaleza contra los crímenes perpetrados por el hombre desde la noche de los tiempos contra su Madre, la Tierra.
Tras estos sufrimientos, aquellos que serán salvados -los elegidos- conocerán la Edad de Oro, la armonía y la belleza ilimitadas. Reservad vuestra paz y vuestra fe para cuando lleguen los tiempos del sufrimiento y del terror, porque está escrito que no se tocará un cabello de la cabeza del justo. No os desaniméis; simplemente, proseguid vuestro trabajo de perfeccionamiento personal.
No tenéis idea del grandioso porvenir que os espera. Pronto verá el día una Nueva Tierra. En algunos decenios, el trabajo será mucho menos agobiante, y cada uno tendrá tiempo para consagrar a las actividades espirituales, intelectuales y artísticas. La cuestión relativa al hombre y la mujer será finalmente resuelta en armonía: tanto el uno como la otra tendrán la posibilidad de seguir sus aspiraciones. Las relaciones de pareja se basarán en la estima y el respeto recíprocos. Los humanos viajarán a través de diferentes planos y franquearán los espacios intergalácticos. Estudiarán su funcionamiento y rápidamente estarán en condiciones de conocer el Mundo Divino, y de fusionarse con la Cabeza del Universo.
La Nueva Era es la de la sexta raza. Vuestra predestinación es prepararos para recibirla y vivirla. La sexta raza se construirá en torno a la idea de fraternidad. No habrá más conflictos de intereses personales; la sola aspiración de cada uno será alinearse con la Ley del Amor. La sexta raza será la del Amor. Formará un nuevo continente. Surgirá del Pacífico, para que El Altísimo pueda finalmente establecer Su morada sobre este planeta.
Llamo a los fundadores de esta nueva civilización "los Hermanos de la Humanidad" o, incluso, "Niños del Amor". Ellos serán inquebrantables en el bien, y representarán un nuevo tipo de hombres. Los hombres formarán una familia, como un gran cuerpo, y cada pueblo representará un órgano de este cuerpo. En la nueva raza, el amor se manifestará de una manera tan perfecta que el hombre actual aún no puede tener más que una idea muy vaga.
La Tierra aún es un terreno propicio para las luchas, pero las fuerzas tenebrosas van a retroceder y será librada de ellos. Los humanos, viendo que no les queda otro camino, se comprometerán en lo relativo a la Nueva Vida, en lo relativo a la salud. En su orgullo insensato, algunos seguirán empecinándose en seguir llevando una vida sobre la Tierra que el Orden Divino reprueba, pero terminarán por comprender que la dirección del mundo ya no les pertenece.
Verá el día una nueva cultura, que reposará sobre tres principios directores: la elevación de la mujer, la elevación de los humildes, de los débiles, y la protección de los derechos del hombre.
La luz, el bien y la justicia triunfarán; no es más que cuestión de tiempo. Las religiones deben ser purificadas. Cada una encierra una partícula de la Enseñanza de los Maestros de la Luz, pero la oscurece con el aporte incesante de las desviaciones humanas. Todos los creyentes tendrán que unirse y ponerse de acuerdo sobre un principio, el de colocar al Amor como base de toda creencia, sea la que sea. ¡Amor y Fraternidad, esa es la base común!
Pronto la tierra será bombardeada por las ondas extraordinariamente rápidas de la Electricidad Cósmica. De aquí a algunos decenios, los seres malvados y aviesos no podrán soportar su intensidad. Serán absorbidos por el Fuego Cósmico que consumirá el mal que los posee. Después se arrepentirán, porque está escrito que "toda carne glorificará al Señor."
Nuestra Madre, la Tierra, se desembarazará de los hombres que no acepten la Nueva Vida. Los rechazará como frutos estropeados. Ya no podrán reencarnarse más sobre este planeta; los espíritus criminales nunca más. Sólo quedarán aquellos que poseerán el Amor en ellos.
Ya no queda lugar en la Tierra que no haya sido manchado de sangre humana o animal; por ello, deberá someterse a un purificación. Y por eso ciertos continentes actuales será sumergidos, mientras que otros surgirán.
Los hombres no sospechan los peligros que los amenazan. Continúan persiguiendo objetivos fútiles y buscando el placer. Por el contrario, los de la sexta raza serán conscientes de la dignidad de su papel y respetuosos de la libertad individual. Se alimentarán exclusivamente de productos del mundo vegetal. Sus ideas tendrán el poder de circular tan libremente como el aire y la luz en nuestros días.
Las palabras "Si no nacéis de nuevo ..." se aplican a la sexta raza. Leed el capítulo 60 de Isaías. Se refiere al advenimiento de la sexta raza, la raza del Amor.
Tras las Tribulaciones, los hombres dejarán de pecar y retomarán el camino de la virtud. El clima de nuestro planeta será moderado en todas partes y ya no existirán las variaciones brutales. El aire volverá a ser puro, al igual que las aguas. Desaparecerán los parásitos. Los hombres recordarán sus encarnaciones pasadas y experimentarán el placer de constatar que, al fin, han sido liberados de su antigua condición
Igual que se limpia el viñedo de sus parásitos y de sus hojas muertas, así se afanan los Seres evolucionados preparando a los hombres para servir al Dios del Amor. Les proporcionan buenas condiciones para crecer y desarrollarse y, a aquellos que quieren escucharles, les dicen: "¡No retrocedáis! En poco tiempo todo se arreglará; estáis en el buen camino. Aquel que quiera entrar en la Nueva Cultura que estudie, que trabaje conscientemente y que se prepare."
Gracias a la ayuda de la Fraternidad, la Tierra se convertirá en un lugar bendito, y esto no tardará. Pero antes, grandes sufrimientos serán enviados para despertar las consciencias. Los pecados acumulados durante miles de años deberán ser expiados. La oleada ardiente emanada de Lo Alto contribuirá a liquidar el karma de los pueblos.
La liberación no admite aplazo. La humanidad debe prepararse para las grandes e ineludibles pruebas que vienen y que traerán el fin del egoísmo.
Sobre la Tierra, algo extraordinario se prepara. Una revolución grandiosa y absolutamente inconcebible se manifestará pronto en la Naturaleza. El Señor ha decidido reencarrilar el mundo, ¡y va a hacerlo!
Este es el final de una época; un nuevo orden va a sustituir al viejo, un orden en el que reinará el Amor sobre la Tierra."
II Parte:
La Tierra continúa día tras día su elección ascensional. Os recomiendo de nuevo acentuar vuestro amor y vuestro trabajo interior con vuestro cuerpo físico.
En 2004, nuevas energías van a generar perturbaciones muy fuertes que afectarán a todas las personas en evolución, así como a todas aquellas que no hayan tomado conciencia de la elección a realizar. Será cada vez más delicado permanecer sobre este planeta. Al afluir nuevos portales de energía de los planos celestes y terrestres, se os pondrá ante el desafío de soportar esta nueva vibración más intensa. Una energía que ya no os permitirá seguir con un pie a cada lado de la grieta. Esto coadyuvará a la separación entre los colaboradores con una sociedad moribunda de tercera dimensión, y el sentimiento de unidad tan presente en aquellos que han decidido amarse incondicionalmente.
Por eso, aún es tiempo de abriros a ese cuerpo físico que está esperando vuestra atención y respeto, para escuchar sus necesidades. Mientras, este cuerpo necesita moverse para dar energía, o retraerse para recibirla. A mediados del año 2004, vuestras estructuras sociales van a comenzar a colapsar verdaderamente y un sentimiento de desolación invadirá a los seres, que no comprenderán lo que pasa en el seno mismo de la Tierra y del Cosmos. Estas energías pueden ser percibidas por los unos como una ducha abrasadora a 60 grados Celsius, insoportable para la piel, y como un baño revitalizador por los otros.
Os aconsejamos elevar la vibración de vuestro cuerpo, si deseáis permanecer sobre la Tierra. Otra sociedad está vislumbrando ya la aparición de nuevas estructuras independientes, que van a ir mancomunándose progresivamente para que dejéis esa dependencia manipuladora de la tercera dimensión. Están naciendo nuevos sistemas de intercambio que favorecerán la donación incondicional, aunque la plata sea aún necesaria para que asumáis la cotidianeidad, hasta vuestra ascensión.
Estos intercambios de servicios van a reuniros sutilmente con familias álmicas terrestres. Las leyes de la tercera dimensión no sabrán impedir que las nuevas estructuras se multipliquen y creen paralelamente una nueva economía, basada en la reciprocidad de los intercambios por potenciales tan complementarios como lo dispongan las almas en el camino de su luz. Estas nuevas energías serán percibidas como un apoyo de amor para los seres en evolución y como un ciclón limpiador de las falsas seguridades de los seres en involución.
Por ello necesitáis permanecer en amor hacia vuestro cuerpo físico, porque con ese cuerpo testimoniáis vuestro amor por vuestro planeta. Este cuerpo va a experimentar, a partir de mediados de 2004, nuevas modificaciones, y algunos os haréis muchas preguntas. Constataréis que cada vez sois menos y menos sensibles a la temperatura climática. El Cuerpo de Luz instalándose en vosotros es como un templado sol interior que os permite ser cada vez más independientes del clima exterior inestable y tormentoso.
Un gran número de almas van a abandonar en grupo la superficie de la Tierra. Este planeta ha decidido no acoger más en su cuerpo las contaminaciones emocionales, mentales y físicas. A los seres en evolución, os aconsejo de nuevo que os concentréis en el amor incondicional hacia vuestro cuerpo físico. Estará más delicado debido al esfuerzo de encarar semejante trabajo. Sentiréis conscientemente de qué manera la Tierra os pide adaptar vuestro cuerpo a esta nueva vibración. Entonces sabréis que sois un instrumento musical necesitado de sintonizarse con la armonía de la alegría de vivir y de compartir la melodía de vuestra alma.
Os incitamos desde hoy a no tener miedo de seguir los mensajes de vuestra alma invitándoos a deshaceros de vuestros prejuicios, o a efectuar múltiples desplazamientos. Estas nuevas vibraciones instalan más intensamente la energía de cuarta dimensión. Dependerá de vosotros, permaneciendo presentes en la Tierra, permitir que esta dimensión se convierta en el próximo punto de vuestra ascensión y de la de la Tierra.
Os daréis cuenta de que muchos pueblos van a aproximarse para fusionar y cambiar su luz. Este es, a buen seguro, el caso de dos ciudades sagradas que son Quebec y Francia. La primera representa la primogénita para Francia y su misión es dar acogida, mientras que su hermana menor, Francia, debe abrirse y recibir. El proceso está en curso y se va a convertir, especialmente en lo que respecta a las dimensiones artísticas, en un eje que arracime las energías más elevadas.
Estamos muy agradecidos a estos dos países por abolir sus separaciones vibracionales gracias a su vínculo lingüístico. Los quebequeses son, en esta Tierra, los seres que representan el máximo nivel del estado de conciencia y amor. Existe en ellos un sentido muy pronunciado de compartir, a imagen de lo que representa la quinta dimensión. Para nosotros, los franceses son los seres que soportan el elevado desafío de abrir el corazón y la consciencia a la dimensión del amor incondicional, a pesar de las tan pesadas resistencias del miedo.
Vivir en Québec es una gratitud cotidiana, mientras que vivir en Francia requiere el valor de la verdad. El Reconocimiento de la Verdad es el que el mundo necesita entender y ver. Gracias a estos dos países comenzarán las primeras ascensiones. Animamos a los francófonos a reunirse vibratoriamente en pensamiento y corazón para que estas ascensiones puedan darse ya que, por el momento, aún no son posibles.
Los quebequeses pueden aportar a los franceses esta energía de amor incondicional en los niveles de los cuerpos mental y emocional, y los franceses en el nivel del cuerpo físico. para crear la Unidad del Cuerpo de Luz individual y colectivo.
Oraya, de la Ciudad Cristalina
Peter Deunov - Del Porvenir-1944
El Maestro Peter Deunov (1864-1944)
"..En el transcurso de los tiempos, la consciencia del hombre ha atravesado un largo periodo de oscuridad. Esta fase, que los hindúes llaman "Kali Yuga", es el punto de remate. Nos encontramos hoy en la frontera entre dos épocas: la del Kali Yuga y la de la Nueva Era en la que estamos entrando.
Ya se ha producido una mejora gradual en los pensamientos, los sentimientos y los actos de los humanos, pero pronto todos serán sometidos al fuego divino, que los purificará y preparará de camino a la Nueva Época. Así, el hombre se elevará a un grado superior de consciencia, indispensable para su entrada en la Nueva Vida. Esto es lo que se entiende por "la Ascensión".
Transcurrirán algunos decenios antes de que llegue este fuego, que transformará al mundo, aportándole una nueva moral. Esta inmensa oleada, proveniente del espacio cósmico, inundará toda la Tierra. Todos aquellos que intenten oponerse a esto, serán llevados y transferidos a otro lugar.
Aunque no todos los habitantes de este planeta se encuentran en el mismo grado de evolución, la nueva ola será sentida por cada uno. Y esta transformación tocará no sólo a la Tierra, sino también al conjunto del Cosmos.
La única y mejor cosa que el hombre puede hacer ahora es volverse hacia el Señor y, mejorando conscientemente, elevar su nivel vibratorio, a fin de encontrarse en armonía con esta potente oleada en la que pronto se sumergirá.
El fuego del que hablo, que acompaña a las nuevas condiciones ofrecidas a nuestro planeta, renovará, purificará y reconstruirá todo: la materia será afinada, vuestros corazones serán liberados de la angustia, de los problemas y de la incertidumbre, y se volverán luminosos; todo será mejorado, elevado; los pensamientos, sentimientos y actos negativos serán consumidos y destruidos.
Vuestra vida actual es una esclavitud, una pesada prisión. ¡Comprended vuestra situación y liberáos de ella! Os lo digo: ¡salid de vuestra prisión! Es verdaderamente desolador ver tanto extravío, tanto sufrimiento, tanta incapacidad de comprender dónde se encuentra vuestra verdadera felicidad.
Todo lo que está a vuestro alrededor pronto va a desplomarse y desaparecer. No quedará absolutamente nada de esta civilización ni de su perversidad; toda la Tierra será sacudida y ni una sola traza subsistirá de esta cultura errónea que mantiene a los hombres bajo el yugo de la ignorancia. Los temblores de tierra no son sólo fenómenos mecánicos, también son un llamado al despertar del intelecto y el corazón de los humanos, para que se libren de sus errores y de sus locuras y para que comprendan que no están solos en el universo.
Nuestro sistema solar atraviesa ahora una región del Cosmos donde anteriormente fue destruida una constelación que ha dejado su impronta, su huella. Esta travesía por un espacio contaminado es una fuente de empoderamiento, no sólo para los habitantes de la Tierra, sino para todos los habitantes de otros planetas de nuestra galaxia. Únicamente los soles no son afectados por la influencia de este entorno hostil. Esta región se llama "la tercera zona"; también se la llama "la zona de las contradicciones". Nuestro planeta ha permanecido infectado durante miles de años, pero nos aproximamos a la salida de este espacio de tinieblas, y estamos en el punto de alcanzar una región más espiritual, donde viven seres más evolucionados.
Ahora la Tierra sigue un movimiento ascendente, y cada uno deberá esforzarse en armonizarse con las corrientes de la Ascensión. Los que rehúsen someterse a esta orientación perderán la ventaja de las buenas condiciones que le fueran ofrecidas para elevarse. Quedarán atrás en la evolución y deberán esperar decenas de millones de años hasta la llegada de la próxima oleada ascensional.
La Tierra, el sistema solar, el Universo, todo se mueve en una nueva dirección bajo el impulso del Amor. La mayor parte de vosotros consideráis aún el Amor como una fuerza irrisoria, pero, en realidad, ¡es la mayor de las fuerzas! La plata y el poder continúan siendo venerados como si el curso de vuestra vida dependiera de ello. En el porvenir, todo estará subordinado al Amor y todo le servirá. Pero sólo a través de los sufrimientos y las dificultades la consciencia del hombre se verá obligada a despertarse.
Las terribles predicciones del profeta Daniel escritas en la Biblia se refieren a la época que se abre. Se producirán inundaciones, huracanes, incendios gigantescos y temblores de tierra que barrerán todo. La sangre correrá en abundancia. Habrá revoluciones; explosiones terribles retumbarán en numerosas regiones de la Tierra. Donde está la tierra llegará el agua, y donde está el agua estará la tierra... Dios es Amor; y, por tanto, se trata más bien de un castigo, de una respuesta de la Naturaleza contra los crímenes perpetrados por el hombre desde la noche de los tiempos contra su Madre, la Tierra.
Tras estos sufrimientos, aquellos que serán salvados -los elegidos- conocerán la Edad de Oro, la armonía y la belleza ilimitadas. Reservad vuestra paz y vuestra fe para cuando lleguen los tiempos del sufrimiento y del terror, porque está escrito que no se tocará un cabello de la cabeza del justo. No os desaniméis; simplemente, proseguid vuestro trabajo de perfeccionamiento personal.
No tenéis idea del grandioso porvenir que os espera. Pronto verá el día una Nueva Tierra. En algunos decenios, el trabajo será mucho menos agobiante, y cada uno tendrá tiempo para consagrar a las actividades espirituales, intelectuales y artísticas. La cuestión relativa al hombre y la mujer será finalmente resuelta en armonía: tanto el uno como la otra tendrán la posibilidad de seguir sus aspiraciones. Las relaciones de pareja se basarán en la estima y el respeto recíprocos. Los humanos viajarán a través de diferentes planos y franquearán los espacios intergalácticos. Estudiarán su funcionamiento y rápidamente estarán en condiciones de conocer el Mundo Divino, y de fusionarse con la Cabeza del Universo.
La Nueva Era es la de la sexta raza. Vuestra predestinación es prepararos para recibirla y vivirla. La sexta raza se construirá en torno a la idea de fraternidad. No habrá más conflictos de intereses personales; la sola aspiración de cada uno será alinearse con la Ley del Amor. La sexta raza será la del Amor. Formará un nuevo continente. Surgirá del Pacífico, para que El Altísimo pueda finalmente establecer Su morada sobre este planeta.
Llamo a los fundadores de esta nueva civilización "los Hermanos de la Humanidad" o, incluso, "Niños del Amor". Ellos serán inquebrantables en el bien, y representarán un nuevo tipo de hombres. Los hombres formarán una familia, como un gran cuerpo, y cada pueblo representará un órgano de este cuerpo. En la nueva raza, el amor se manifestará de una manera tan perfecta que el hombre actual aún no puede tener más que una idea muy vaga.
La Tierra aún es un terreno propicio para las luchas, pero las fuerzas tenebrosas van a retroceder y será librada de ellos. Los humanos, viendo que no les queda otro camino, se comprometerán en lo relativo a la Nueva Vida, en lo relativo a la salud. En su orgullo insensato, algunos seguirán empecinándose en seguir llevando una vida sobre la Tierra que el Orden Divino reprueba, pero terminarán por comprender que la dirección del mundo ya no les pertenece.
Verá el día una nueva cultura, que reposará sobre tres principios directores: la elevación de la mujer, la elevación de los humildes, de los débiles, y la protección de los derechos del hombre.
La luz, el bien y la justicia triunfarán; no es más que cuestión de tiempo. Las religiones deben ser purificadas. Cada una encierra una partícula de la Enseñanza de los Maestros de la Luz, pero la oscurece con el aporte incesante de las desviaciones humanas. Todos los creyentes tendrán que unirse y ponerse de acuerdo sobre un principio, el de colocar al Amor como base de toda creencia, sea la que sea. ¡Amor y Fraternidad, esa es la base común!
Pronto la tierra será bombardeada por las ondas extraordinariamente rápidas de la Electricidad Cósmica. De aquí a algunos decenios, los seres malvados y aviesos no podrán soportar su intensidad. Serán absorbidos por el Fuego Cósmico que consumirá el mal que los posee. Después se arrepentirán, porque está escrito que "toda carne glorificará al Señor."
Nuestra Madre, la Tierra, se desembarazará de los hombres que no acepten la Nueva Vida. Los rechazará como frutos estropeados. Ya no podrán reencarnarse más sobre este planeta; los espíritus criminales nunca más. Sólo quedarán aquellos que poseerán el Amor en ellos.
Ya no queda lugar en la Tierra que no haya sido manchado de sangre humana o animal; por ello, deberá someterse a un purificación. Y por eso ciertos continentes actuales será sumergidos, mientras que otros surgirán.
Los hombres no sospechan los peligros que los amenazan. Continúan persiguiendo objetivos fútiles y buscando el placer. Por el contrario, los de la sexta raza serán conscientes de la dignidad de su papel y respetuosos de la libertad individual. Se alimentarán exclusivamente de productos del mundo vegetal. Sus ideas tendrán el poder de circular tan libremente como el aire y la luz en nuestros días.
Las palabras "Si no nacéis de nuevo ..." se aplican a la sexta raza. Leed el capítulo 60 de Isaías. Se refiere al advenimiento de la sexta raza, la raza del Amor.
Tras las Tribulaciones, los hombres dejarán de pecar y retomarán el camino de la virtud. El clima de nuestro planeta será moderado en todas partes y ya no existirán las variaciones brutales. El aire volverá a ser puro, al igual que las aguas. Desaparecerán los parásitos. Los hombres recordarán sus encarnaciones pasadas y experimentarán el placer de constatar que, al fin, han sido liberados de su antigua condición
Igual que se limpia el viñedo de sus parásitos y de sus hojas muertas, así se afanan los Seres evolucionados preparando a los hombres para servir al Dios del Amor. Les proporcionan buenas condiciones para crecer y desarrollarse y, a aquellos que quieren escucharles, les dicen: "¡No retrocedáis! En poco tiempo todo se arreglará; estáis en el buen camino. Aquel que quiera entrar en la Nueva Cultura que estudie, que trabaje conscientemente y que se prepare."
Gracias a la ayuda de la Fraternidad, la Tierra se convertirá en un lugar bendito, y esto no tardará. Pero antes, grandes sufrimientos serán enviados para despertar las consciencias. Los pecados acumulados durante miles de años deberán ser expiados. La oleada ardiente emanada de Lo Alto contribuirá a liquidar el karma de los pueblos.
La liberación no admite aplazo. La humanidad debe prepararse para las grandes e ineludibles pruebas que vienen y que traerán el fin del egoísmo.
Sobre la Tierra, algo extraordinario se prepara. Una revolución grandiosa y absolutamente inconcebible se manifestará pronto en la Naturaleza. El Señor ha decidido reencarrilar el mundo, ¡y va a hacerlo!
Este es el final de una época; un nuevo orden va a sustituir al viejo, un orden en el que reinará el Amor sobre la Tierra."
II Parte:
La Tierra continúa día tras día su elección ascensional. Os recomiendo de nuevo acentuar vuestro amor y vuestro trabajo interior con vuestro cuerpo físico.
En 2004, nuevas energías van a generar perturbaciones muy fuertes que afectarán a todas las personas en evolución, así como a todas aquellas que no hayan tomado conciencia de la elección a realizar. Será cada vez más delicado permanecer sobre este planeta. Al afluir nuevos portales de energía de los planos celestes y terrestres, se os pondrá ante el desafío de soportar esta nueva vibración más intensa. Una energía que ya no os permitirá seguir con un pie a cada lado de la grieta. Esto coadyuvará a la separación entre los colaboradores con una sociedad moribunda de tercera dimensión, y el sentimiento de unidad tan presente en aquellos que han decidido amarse incondicionalmente.
Por eso, aún es tiempo de abriros a ese cuerpo físico que está esperando vuestra atención y respeto, para escuchar sus necesidades. Mientras, este cuerpo necesita moverse para dar energía, o retraerse para recibirla. A mediados del año 2004, vuestras estructuras sociales van a comenzar a colapsar verdaderamente y un sentimiento de desolación invadirá a los seres, que no comprenderán lo que pasa en el seno mismo de la Tierra y del Cosmos. Estas energías pueden ser percibidas por los unos como una ducha abrasadora a 60 grados Celsius, insoportable para la piel, y como un baño revitalizador por los otros.
Os aconsejamos elevar la vibración de vuestro cuerpo, si deseáis permanecer sobre la Tierra. Otra sociedad está vislumbrando ya la aparición de nuevas estructuras independientes, que van a ir mancomunándose progresivamente para que dejéis esa dependencia manipuladora de la tercera dimensión. Están naciendo nuevos sistemas de intercambio que favorecerán la donación incondicional, aunque la plata sea aún necesaria para que asumáis la cotidianeidad, hasta vuestra ascensión.
Estos intercambios de servicios van a reuniros sutilmente con familias álmicas terrestres. Las leyes de la tercera dimensión no sabrán impedir que las nuevas estructuras se multipliquen y creen paralelamente una nueva economía, basada en la reciprocidad de los intercambios por potenciales tan complementarios como lo dispongan las almas en el camino de su luz. Estas nuevas energías serán percibidas como un apoyo de amor para los seres en evolución y como un ciclón limpiador de las falsas seguridades de los seres en involución.
Por ello necesitáis permanecer en amor hacia vuestro cuerpo físico, porque con ese cuerpo testimoniáis vuestro amor por vuestro planeta. Este cuerpo va a experimentar, a partir de mediados de 2004, nuevas modificaciones, y algunos os haréis muchas preguntas. Constataréis que cada vez sois menos y menos sensibles a la temperatura climática. El Cuerpo de Luz instalándose en vosotros es como un templado sol interior que os permite ser cada vez más independientes del clima exterior inestable y tormentoso.
Un gran número de almas van a abandonar en grupo la superficie de la Tierra. Este planeta ha decidido no acoger más en su cuerpo las contaminaciones emocionales, mentales y físicas. A los seres en evolución, os aconsejo de nuevo que os concentréis en el amor incondicional hacia vuestro cuerpo físico. Estará más delicado debido al esfuerzo de encarar semejante trabajo. Sentiréis conscientemente de qué manera la Tierra os pide adaptar vuestro cuerpo a esta nueva vibración. Entonces sabréis que sois un instrumento musical necesitado de sintonizarse con la armonía de la alegría de vivir y de compartir la melodía de vuestra alma.
Os incitamos desde hoy a no tener miedo de seguir los mensajes de vuestra alma invitándoos a deshaceros de vuestros prejuicios, o a efectuar múltiples desplazamientos. Estas nuevas vibraciones instalan más intensamente la energía de cuarta dimensión. Dependerá de vosotros, permaneciendo presentes en la Tierra, permitir que esta dimensión se convierta en el próximo punto de vuestra ascensión y de la de la Tierra.
Os daréis cuenta de que muchos pueblos van a aproximarse para fusionar y cambiar su luz. Este es, a buen seguro, el caso de dos ciudades sagradas que son Quebec y Francia. La primera representa la primogénita para Francia y su misión es dar acogida, mientras que su hermana menor, Francia, debe abrirse y recibir. El proceso está en curso y se va a convertir, especialmente en lo que respecta a las dimensiones artísticas, en un eje que arracime las energías más elevadas.
Estamos muy agradecidos a estos dos países por abolir sus separaciones vibracionales gracias a su vínculo lingüístico. Los quebequeses son, en esta Tierra, los seres que representan el máximo nivel del estado de conciencia y amor. Existe en ellos un sentido muy pronunciado de compartir, a imagen de lo que representa la quinta dimensión. Para nosotros, los franceses son los seres que soportan el elevado desafío de abrir el corazón y la consciencia a la dimensión del amor incondicional, a pesar de las tan pesadas resistencias del miedo.
Vivir en Québec es una gratitud cotidiana, mientras que vivir en Francia requiere el valor de la verdad. El Reconocimiento de la Verdad es el que el mundo necesita entender y ver. Gracias a estos dos países comenzarán las primeras ascensiones. Animamos a los francófonos a reunirse vibratoriamente en pensamiento y corazón para que estas ascensiones puedan darse ya que, por el momento, aún no son posibles.
Los quebequeses pueden aportar a los franceses esta energía de amor incondicional en los niveles de los cuerpos mental y emocional, y los franceses en el nivel del cuerpo físico. para crear la Unidad del Cuerpo de Luz individual y colectivo.
Oraya, de la Ciudad Cristalina
Peter Deunov - Del Porvenir-1944
martes, 2 de julio de 2013
El Secreto de los Montes Bucegi - Rumania - Montes Cárpatos
En el verano de 2003, en una área inexplorada de los Montes Bucegi, una sección del Servicio de Inteligencia de Rumanía SRI, el llamado Departamento Equipo Cero, hizo un descubrimiento muy significativo, que podía cambiar completamente el pensamiento de la humanidad.
Las presiones que los Estados Unidos ejercieron sobre el gobierno de Rumanía para que este descubrimiento no se diera a conocer al mundo, llevó a un acuerdo temporal entre ambos países y a una inusual colaboración científico y militar. La situación se complicó más a raíz de la interferencia brutal del orden de los Illuminati, quienes intentaron tomar el control, tanto del lugar del descubrimiento, como de la expedición rumanoamericana.
Caesar Brad, el experto que dedicó años de investigación a los fenómenos extraños, director de las operaciones estratégicas de máxima importancia del estado rumano, es el héroe de los increíbles acontecimientos que ocurrieron en los Montes Bucegi, y también de dos memorables encuentros con un alto representante de los Illuminati y miembro del grupo Bildeberg.
Un miembro del grupo Bilderberg en Rumanía
En mayo de 2003, un importante personaje visitó Caesar para un asunto muy especial. La petición del encuentro vino a través del SRI, el Servicio de Inteligencia de Rumanía como resultado de la intervención del gobierno rumano. El personaje era extranjero, pero hablaba muy bien el rumano y conocía muy bien Rumanía. El SRI sólo sabía que era miembro de una logia masónica muy importante de Italia, que cuenta con nobleza de alto rango y una fuerte influencia financiera en Rumanía.
Su influencia política también era muy elevada, puesto que consiguió penetrar el muro protector de los agentes del SRI y llegar al Departamento Cero.
Caesar notó una fuerte presión y pesadez alrededor de esa persona. Estaba rodeada de una nube de radiación densa y desagradable que ocultaba sus verdaderas intenciones. Para este encuentro, Caesar se preparó cuidadosamente: se aisló en una habitación y se dejó caer en un estado de profunda meditación, que le permitiría conocer más sobre esa persona.
Un helicóptero trajo este hombre alto y arrogante, enfundado en un traje negro. Llevaba un bastón con el mango de marfil e incrustaciones de oro. Su expresión era dura y sus ojos verdes irradiaban una frialdad inusual, lo que producía un efecto extraño. Se presentó como el Sr. Massini. Se mostraba muy seguro de sí mismo y daba la impresión de estar acostumbrado a dar órdenes. Dirigía una de las logias masónicas más venerables e importantes de Europa, una de las organizaciones masónicas más influyentes del mundo: el Grupo Bildeberg.
Massini entró directamente en materia, diciendo que la gente era de dos tipos: los que pueden ser manipulados y dirigidos ( la mayoría) y los otros, que poseen ciertas virtudes y una fuerte personalidad. Afirmó que su grupo formaba parte de la orden masónica más importante de todas, y que ésta estaba muy interesada en el resultado del encuentro entre ambos. Caesar le contestó que conocía algunos aspectos de la francmasonería.
El Sr Massini continuó diciendo que el grupo Bildeberg no era propiamente una logia, sinó mucho más. Dijo que las logias eran simples fachadas y que el poder real estaba en la cima de una jerarquía de 33 niveles. Massini invitó a Caesar a unirse al grupo, haciéndole entender que le reportaría grandes ventajas. Massini manifestaba un gran poder y una fuerza psíquica inusual para su edad. Desgraciadamente para él, su poder se centraba en una gran arrogancia, un enorme ego, y un sentimiento de superioridad hacia los demás.
Massini dijo que había solicitado el encuentro, debido al poder y las relaciones de Caesar, que el grupo apreciaba sus poderes.
El pentágono utiliza satélites para espiar
Un satélite del Pentágono destinado al espionaje geodésico, basado en tecnología biónica, descubrió en 2002 un hueco en un área específica de los Montes Bucegi. Este espacio vacío del interior de la montaña, no se podía identificar a partir del exterior: empezaba directamente dentro de la montaña, a una cierta distancia de la ladera, y tenía la forma de un túnel bien hecho, con un recorrido perfectamente marcado.
El escaneado que el satélite hizo de la montaña mostraba dos grandes barreras energéticas, dos estructuras de separación, formadas de energía artificial: la primera era como una pared que bloqueaba el acceso al túnel; la segunda era enorme, como una bóveda o una semiesfera situada al final del túnel, cerca del centro de la montaña. Massini se dio cuenta de que allí había algo de extrema importancia y que estaba muy bien protegido. Todo el túnel y la bóveda estaban situados en un mismo plano, paralelo al suelo y la estructura de separación era vertical y semiesférica, siguiendo la forma de la roca de la cima de los montes, llamada “Babele”. De hecho, la inclinación de la estructura vertical acababa a unos 40 metros entre la roca Babele y la roca Esfinge de los Montes Bucagi (Sfinxul din Bucegi).
Esfinge (Sfixul )
Una estructura similar en Iraq
El equipo del pentágono vió que la barrera de energía semiesférica tenía la misma frecuencia vibratoria y la misma forma que otra estructura subterránea muy secreta que había descubierto anteriormente cerca de Bagdad, en Irak.
Poco después de este descubrimiento estalló la guerra de Irak y unos meses más tarde los americanos tuvieron acceso al mayor secreto de la zona, sobre el que los iraquíes no sabían nada.
Massini dijo que lo que se encontraba allí tenía que ver con el misterioso pasado de la Tierra y la historia de la organización a la que él pertenecía. Cuando la investigación del Pentágono advirtió la similitud de la estructura subterránea cerca de Bagdad y la de Bucegi, Massini y la logia masónica a la que pertenecía, de pronto se llenaron de ansiedad. Estuvieron a punto de coger un ataque de nervios, al saber que esta estructura, mucho más grande y compleja que la de Irak, estaba en territorio rumano (Alexander David, parece que Rumanía tiene una importante misión que cumplir en los próximos años, y los reptilianos también tienen esta información. Encima de los montes Bucegi también se encuentra una pirámide energética –su sombra se puede ver dos veces al año- que tiene una función protectora y mantiene a salvo el conocimiento de la Verdad, que será pronto revelado a todo el mundo en cuando llegue el momento).
Massini aportó el plan adecuado para llegar al túnel, tal como habían calculado los expertos del Pentágono. La entrada era posible a cerca de 60 o 70 metros de distancia de la primera barrera energética en el lado de la montaña. Massini prometió tecnología militar americana ultra sofisticada para conseguir perforar la primera barrera energética. Era una máquina muy potente que perforaba rocas a alta velocidad con un fuerte chorro de plasma y un campo magnético rotativo.
Massimi exigió absoluta discreción sobre el tema.
Los descubrimientos de 2003, en los Montes Bucegi.
Al principio, la máquina que hacía la perforación mostraba una extraña desviación del campo magnético, pero más tarde corrigió su trayectoria. La entrada parecía una estación de metro, con las paredes pulidas, y llevaba al enigmático túnel descubierto por el satélite. Al final del túnel había un enorme puerta de piedra que se movería deslizándose hacia la izquierda. Antes de acceder a la puerta, sin embargo, había que atravesar una gran barrera energética. Tres personas del primer equipo especial de intervención estuvieron muy cerca de la barrera invisible, la tocaron por imprudencia, y murieron de paro cardíaco al instante. Cualquier objeto (piedra, plástico, metal o madera) que la tocara, se convertía inmediatamente en fino polvo. Se presentaron también al lugar dos generales del Pentágono y el consejero de la presidencia de Estados Unidos.
Dando golpes al triángulo desde el centro de la roca cuadrada y pulida, Caesar puso en marcha la gran puerta de piedra que en silencio se deslizó dentro de la pared. Este único gesto desconectó la barrera energética y abrió la puerta de piedra. Ahora se podía ver la galería en todo su esplendor. Aunque no había ninguna fuente de luz, la Gran Galería estaba iluminada. Después de desconectar la barrera energética, sin embargo, el gran escudo semiesférico del lado opuesto de la cámara, de pronto subió su vibración y empezó a emitir una radiación más alta.
Observando detenidamente la pared de dentro de la Gran Galería, se veía que aunque parecía sintética, algo orgánico formaba parte también de ella. Tenía el color del aceite, pero sus reflejos eran verdes e incluso azules. El material de la pared era algo rugoso al tacto, y no se podía rascar ni doblar, resistía a cualquier intento de rotura, pinchazo o corte. Las llamas de fuego se autoabsorbían de manera extraña. De hecho, el fuego no prendía en este material. Los americanos reconocieron que el material era una mezcla de materia orgánica e inorgánica. A unos 85 metros, la galería de pronto se dirigía a la derecha en un ángulo cerrado. A lo lejos se veía una luz azul, que brillaba como una estrella. Esta luz azul era sólo el reflejo del escudo protector de energía.
Al asesor en seguridad nacional de Estados Unidos, le llegó la notificación de que el escudo energético de Irak (Bagdad) se había activado de golpe, y vibraba a una alta frecuencia. Delante del escudo apareció un holograma de la Tierra, que dibujaba progresivamente el Continente Europeo, luego se dirigía al sudeste, a los Montes Bucegi de Rumanía y finalmente mostraba la localización de la galería. Era obvio que los dos escudos semiesféricos de energía estaban directamente conectados.
Desgraciadamente la presidencia de Estados Unidos fue advertida de lo que ocurría, y se puso en contacto con la diplomacia de Rumanía a través del servicio de inteligencia. En sólo 20 minutos, toda la operación quedó al descubierto. El plan del Sr. Massini se había ido al agua. En un principio, ellos querían tener el control de la operación, pero los políticos rumanos que tenían derecho a estar al corriente del asunto, se asustaron y no supieron hacer frente a los acontecimientos. La tensión diplomática fue ascendiendo, y más todavía, cuando Washington exigió comunicarse urgentemente con los generales del Pentágono que estaban en el escenario de la operación..
Reunión urgente del Consejo Supremo para la Defensa (CSAT)
La reunión urgente del Consejo Supremo para la Defensa (CSAT), generó una oleada de apoyo hacia el Departamento Cero. La mayoría de los presentes a la reunión estaban conmocionados por la noticia que acababan de recibir. El CSAT decidió continuar la investigación y hacer el inventario de todo lo encontrado en la Gran Galería, pero bajo la supervisión del Departamento Cero. Desde Bucarest, llegaron un montón órdenes que se contradecían, algunas muy contundentes, otras más escurridizas, pero todas delatando la gran tensión de fondo. Los miembros del CSAT estaban reunidos permanentemente, en contacto los que estaban en los Montes Bucegi,. Después de discutir el tema desde todos los ángulos posibles, decidieron hacer público el descubrimiento. El Estado de Rumanía iba a hacer una declaración formal al mundo entero, pero algunos miembros del CSAT se opusieron rotundamente a ello.
La declaración oficial de Rumanía.
Cuando se informó a la diplomacia americana de que Rumanía iba a dar la noticia de los descubrimientos a los medios de comunicación, se hizo el caos. La Casa Blanca se puso en contacto telefónico con el presidente y en pocas horas, los Estados Unidos bloquearon todas las transacciones financieras con Rumanía y el acceso a todas las instituciones financieras. Rumanía estuvo a punto de declarar el “estado de emergencia” en los Montes Bucegi y la capital.
Las reuniones entre los representantes de Estados Unidos, que llegaron a Bucarest, y el Departamento de Emergencia de Rumanía, se desarrollaron sin la presencia de un intérprete. Las conversaciones fueron muy violentas, todo el mundo chillaba y los americanos amenazaron varias veces con tomar represalias en contra de Rumanía. El resto de países del mundo no sabían nada de lo que estaba ocurriendo, y los americanos sabían muy bien que algunos países muy poderosos iban a estar a favor de Rumanía y apoyar la inmediata publicación de los descubrimientos. (Alexander: no creo que fuera realmente así, pero los Estados Unidos sabían que Rumanía era un país pequeño y pobre que se iba a dejar intimidar fácilmente por el “poder”de América).
La declaración oficial habría demostrado al mundo el descubrimiento de los Montes Bucegi, con fotos y toda la información necesaria. Se pensaba invitar a los principales científicos e investigadores. Lo más importante de todo es que se habría revelado el verdadero orígen de la humanidad y la verdad sobre la Historia, casi absolutamente falsa.
Los americanos reaccionaron muy mal, porque esta declaración en pocos segundos habría acabado con la influencia y poder internacional que ejercían, y habría sumido a la población norteamericana en el caos. Esta fue la razón más importante que arguyeron, la de no sembrar el pánico. Se olvidaron no obstante, de ver que ese estado de angustia y posible desorden social no era más que el resultado automático de cientos de años de engaño y manipulación deliberados por parte de la masonería. También intervino el Papa, llamando a la moderación antes de que la humanidad diera este gran paso fundamental.
El Papa prometió ofrecer ciertos documentos de gran importancia al estado de Rumanía, procedentes del antiguo archivo papal, que demostraban la importancia del descubrimiento de los Montes Bucegi. Después de 24 horas de conversaciones, Rumanía y los Estados Unidos llegaron a un acuerdo y decidieron cooperar bajo condiciones precisas. Rumanía tenía que aplazar la declaración e ir presentando los hechos paulatinamente al mundo.
La sala de proyecciones
La Gran Galería terminaba abruptamente en una gran cámara de 30 metros de altura y 100 metros de longitud. La sala era más pequeña que la de entrada a la montaña y estaba protegida por el escudo de energía. Conforme se avanzaba hacia el escudo, una parte del mismo desaparecía a modo de puerta, permitiendo el acceso a la habitación. El escudo protegía la habitación de cualquier tipo de influencia externa. Una vez en el interior, el escudo se volvía compacto y aparecía como una pared de tono blanco dorado.
En la parte de atrás, el escudo no llegaba al suelo, como en la parte de delante, porque había una pared de piedra. La pared tenía entre 10 y 12 metros de altura y de ahí salían tres enormes túneles: uno frontal, y los otros de manera simétrica a ambos lados, iluminados por una luz difusa de tono verdoso. El acceso a estos túneles estaba terminantemente prohibido por el protocolo secreto que firmaron Rumanía y Estados Unidos.
Mesas para gigantes (Nephilim: Gigantes que torturaron a la humanidad)
En la sala de entrada, había situadas a lo largo de ambas paredes, a derecha e izquierda, siguiendo la curvatura interna, unas enormes mesas de piedra. Ninguna de las mesas tenía una altura de menos de dos metros. Encima de ellas se encontraban tallados en relieve, con precisión, diferentes signos de una escritura desconocida, cuyos caracteres eran parecidos a la antigua escritura cuneiforme.
La escritura incorporaba símbolos más generales, como triángulos y círculos, y aunque no estaban pintados, resaltaban visualmente con una radiación fluorescente de colores que era diferente en cada mesa.
Había cinco mesas a cada lado de la sala. Encima de algunas de ellas había objetos que parecían herramientas. Desde muchas de las mesas descendían hasta el suelo una serie de cables de un blanco traslúcido, que iban a parar a unas cajas rectangulares de un material plateado brillante. Las cajas estaban dispuestas directamente en el suelo. Los cables eran extremadamente flexibles y ligeros, y se veía unas luces pulsando, que circulaban a lo largo de ellos.
Cuando uno se aproximaba a alguna de las mesas, se activaba una proyección holográfica que mostraba aspectos de un determinado campo científico. Las imágenes tridimensionales eran perfectas y muy grandes, de casi dos metros y medio de altura.
Las proyecciones se ponían en marcha por sí mismas, pero eran interactivas, ya que dependían de quién interactuaba con las mesas, tocando su superficie.
El descubrimiento de los Montes Bucegi: combinaciones genéticas.
Desde encima de una tarima, traída especialmente, se podía ver la superficie de las mesas. Estaban cubiertas por una película de un material vidrioso, que se dividía en una serie de grandes cuadrados, unidos por líneas rectas, formando una especia de rejilla. En una mesa, aparecía como tema la biología, y la imagen proyectada era de plantas y animales, con especímenes completamente desconocidos. Dando un golpecito en uno de los cuadrados, el holograma mostraba la estructura del cuerpo humano, con imágenes holográficas de varias áreas del cuerpo, en rotación. Otros cuadrados mostraban proyecciones de otro tipo de seres, en cuerpos celestiales. Si se daba un golpecito simultáneamente a dos cuadrados diferentes, aparecía un análisis científico del ADN de los dos seres y las posibilidades de compatibilidad entre ellos. En las líneas verticales laterales se leían las explicaciones (en la misma extraña escritura) y al final, aparecía la forma mutante resultante de la combinación de los dos códigos genéticos más probable.
Los gigantes
Los seres que construyeron todo ese edificio tenían que ser muy altos, sino no se explicaba el gran tamaño de todos los objetos de la Sala de Proyección.
Una confirmación de la existencia de gigantes en Rumanía, se puede encontrar en un periódico llamado “El Periódico”: el equipo del periódico estaba acompañado por el investigador Vasile Rudan, según el cuál, las “historias” de la gente del pueblo de Bozioru sobre los gigantes que vivieron en esas tierras, cuentan con pruebas auténticas: un cementerio con esqueletos de gigantes. Se descubrió por casualidad hace 20 años, cuando en un pueblo llamado Scaieni plantaron manzanos. Al cavar en una colina, los habitantes del lugar descubrieron enormes esqueletos, que medían unos 2,40 metros y más. Dragoi Ilie, una de las personas que trabajó en el manzanar nos llevó al lugar. La inclinada ladera donde estaban plantados los árboles estaba inundada de barro. Al llegar, el Sr. Ilie les mostró el huerto: “todo está lleno de tumbas de gigantes”, dijo ”estábamos cavando agujeros para los plantones, cuando nos encontramos con una cabeza humana del tamaño de una calabaza. Ninguno de nosotros había visto nunca nada así. Estábamos asombrados. Seguimos cavando y encontramos los huesos de unos piés, grandes como el tronco de los viñedos. El muerto tenía que ser muy grande.
La biblioteca del universo
A cada lado de la sala se hallaban cinco mesas enormes y en cada una de ellas había pantallas sobre diferentes temas, de física, cosmología, astronomía, arquitectura, tecnología, las diferentes razas de seres inteligentes –que según parece no eran todos humanos- y la religión. Daba la impresión de estar la enorme biblioteca del universo. En medio de la sala había un podium instalado en un aparato, que podía ser un amplificador de energía del pensamiento.
El panel de control de Rumanía.
A continuación había un panel con una serie de símbolos geométricos de diferentes colores. El panel tenía dos palancas que podían activarse para dar una orden En su centro había un botón rojo que destacaba por encima de los demás. La función del botón era mostrar en una explicación holográfica una imagen de la Tierra desde una altura de 25 km, los Montes Cárpatos.
Grandes cantidades de agua fluían hacia las zonas bajas y llanuras hasta que quedaba todo completamente inundado. Entonces desde el territorio de la actual Rumanía y parte de Hungría y Ucrania, aparecían ríos gigantes desde todas las direcciones que iban a las montañas y a la Meseta de Transilvania. A partir de ahí, la imagen se centraba todavía más en Rumanía, prácticamente todo el territorio quedaba inundado y se formaba un mar. Sólo sobresalían cinco picos de montañas, como pequeños islotes. Activando las palancas del panel, las aguas retrocedían de todo el territorio, y se dirigían a un mismo punto de las montañas del Macizo Retezat Godeanu. ¡Estábamos ante un verdadero manual!
Una ánfora misteriosa
Detrás del panel de mando había un espacio de tres metros por tres, en el que se hallaba colocada un ánfora, cuyo contenido era probablemente el descubrimiento más importante de todos. Eso era lo que Massini quería para sí mismo y para la élite masónica. La ánfora estaba llena de un fino polvo blanco. Los investigadores encontraron que la substancia tenía una estructura cristalina desconocida de oro monoatómico, muy difícil de obtener especialmente en su fórmula de gran pureza.
Massini tuvo conocimiento de la existencia del ánfora, incluso antes de penetrar en la habitación. El oro en polvo en su forma pura estimula ampliamente ciertas vibraciones y el intercambio de energía a nivel celular y neuronal. Ello produce un acelerado proceso de rejuvenecimiento. Teóricamente un hombre puede vivir en el mismo cuerpo físico durante unos miles de años, siempre y cuando consuma de vez en cuando una cantidad estipulada de oro monoatómico en polvo. Esto explica muchos aspectos misteriosos de la increíble longevidad de algunos personajes importantes y muestra las intenciones ocultas de la élite masónica mundial.
La verdadera historia del planeta
En medio del cuadrado había una gran bóveda que proyecta un holograma, con los aspectos principales del pasado más lejano de la humanidad, desde el origen Por ello, la teoría de la evolución de Darwin es completamente falsa. El verdadero origen de la humanidad quedaba plasmado en una forma holográfica comprimida. Después de estas lecciones sobre la verdad, podemos decir que el 90% de la historia oficial de la humanidad es falsa, está manipulada. Aunque parezca increíble los sucesos históricos que consideramos reales, son en su mayoría mentira, mientras que los mitos y leyendas de las diferentes culturas se acercan mucho más a la verdad. Esta extraña inversión de la realidad creó muchos conflictos y problemas entre la gente en el pasado. La mayoría de las teorías arqueológicas son también falsas. Algunas “fantasías” de los académicos como la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años, así como el hecho de considerar los antiguos continentes de Lemuria y Atlántida como parte de un mito, quedan anuladas, ante la proyección holográfica que muestra claramente como ocurrieron las cosas en realidad. Cadas vez que el holograma mantenía la imagen de un suceso concreto, en el fondo se proyectaba el mapa celeste, marcando la posición de las principales estrellas y constelaciones en ese preciso momento, lo que permitía datar con exactitud los acontecimientos que se estaban mostrando. Aunque el período de tiempo cubierto por las proyecciones era muy largo (de cientos de miles de años), y el ciclo anterior de la Tierra es de 25.920 años, observando el número de los “años Platónicos” (los ciclos de 25.920 años), se podía calcular la fecha exacta de los acontecimientos. Los Montes Bucegi se formaron hace entre 50 y 55 años.
Revelaciones increíbles
El autor afirma que vio todo lo que ocurrió realmente durante el diluvio y donde se inició la civilización humana, pero no tiene permiso para revelar la verdad, porque ésta es demasiado impactante para la mentalidad, las ideas y el conocimiento del hombre contemporáneo.
A través de una sucesión de inquietantes imágenes también se explica la vida de Jesús y cómo lo crucificaron en la cruz. Las proyecciones muestran a todos aquellos que fueron testigos de la crucifixión de Jesús en el Monte Gólgota, pero que se habían transportado de otros períodos históricos para presenciarla. Esos seres humanos no se diferenciaban en su aspecto externo de los judíos de la época, iban vestidos de la misma manera, pero sus rasgos faciales eran distintos y por ello escondían sus caras con las ropas que llevaban tan bien como podían. El holograma también muestra secuencias de la vida espiritual y las misiones de personajes excepcionales del pasado lejano de la humanidad, del cual no conocemos nada actualmente. En esa época la distribución social y de la población era completamente diferente de la actual, lo que obliga a arqueólogos y antropólogos a revisar sus teorías desde el principio.
Los tres túneles misteriosos
Los túneles recorren miles de kilómetros en tres áreas diferentes del planeta.
El túnel de la izquierda lleva a Egipto, a un conjunto de edificaciones secretas no descubiertas todavía, enterradas bajo la arena del desierto. El túnel derecho va a parar a una estructura similar, pero más pequeña en la “Meseta del Tíbet”. Este túnel tiene tres ramificaciones secundarias, una que lleva a un área de Buzau (ciudad rumana), cerca de los Montes Cárpatos, otra lleva a la estructura subterránea de Irak, cerca de Bagdad (que hemos mencionado anteriormente), y la última va hasta debajo de la Meseta de Gobi, en Mongolia.
Un mundo secreto
El tercer túnel situado en el centro de los otros dos, contiene un mundo secreto sobre el que los Estados Unidos querían total garantía. Teniendo en cuenta la enorme influencia política y de relaciones del venerable Massini y los masones en la estructura política de Rumanía y Estados Unidos, sospechamos que éstos intentan gradualmente tomar el control, mediante factores externos relacionados con nuestros intereses a nivel de estado. No obstante, hay personas muy importantes en el ámbito político y administrativo que tienen conocimiento de los planes diabólicos de los masones y se oponen con vehemencia a ellos, especialmente en el caso del descubrimiento de los Montes Bucegi. El túnel central, que se dirige hacia el centro del planeta, puede que proporcione información sobre el origen de la estructura interior de la montaña y quienes la construyeron.
Se pusieron en marcha los intensos preparativos para las expediciones que iban a explorar los tres túneles de la manera siguiente:
-La primera expedición se dirigiría a Egipto, la segunda al Tíbet, y la tercera al centro de la Tierra. (Resumen del libro “Future with skull and bones”” de “Radu Cinamar”)
domingo, 30 de junio de 2013
El Rey del Mundo interesante relato sobre vida intraterrena
Capitulo I de "El Reino Interior"
De la visita magnífica del llamado Rey del Mundo, que viene de otro planeta en este planeta
De la visita magnífica del llamado Rey del Mundo, que viene de otro planeta en este planeta
El raro fenómeno astrológico que observamos este 16 de agosto de 1986, cuando Venus, Marte y Mercurio se conjuntaron frente al Sol, no ocurría desde hace más de 20 mil años y ha reactivado diversos ánimos. Algunas noticias mencionan que en la fecha aludida hizo su aparición un hombre, un extraño personaje al que se da el título de Rey del Mundo; de él se dice que ha venido del corazón de la tierra para anunciar una nueva civilización de paz y abundancia, “de un modo discreto y sin demostrar”, aunque puede cambiar incluso el Karma de los seres.
De un misterioso imperio subterráneo, en el siglo XX, se comenzó a hablar a partir de 1920, cuando científicos y exploradores de otras regiones se trasladaron a un lugar de Asia Central, cerca del río Amu Darja, en la frontera de Afganistán, que marca montañas de lapislázuli: allí una gigantesca red de galerías subterráneas que parten en el cauce del Amu Darja y se pierde en las altísimas montañas, indican lo que parece ser una entrada al reino oculto.
Porque según se cree estas galerías se prolongarían a través del continente asiático, con ramificaciones a todos lugares, formando parte del remoto sitio cuyo mito se remonta a más de 60 mil años. Según se dice, dos vecinos que perseguían un oso a través de galerías secundarias, un verdadero laberinto, se encontraron repentinamente frente a una pared de vidrio, tras la cual dormía un gigante rubio rodeado de otros seres igualmente dormidos en estos sarcófagos de vidrio. Sobre la noticia, que parece remota, no deja de ser importante mencionar que desde entonces grupos de científicos, arqueólogos, geólogos y saqueadores viven en las cercanías.
El profesor inglés W. Agrest, que dedicó varios años de su vida al sitio, ha afirmado que este lugar marca una de las entradas al reino de Shambhala, donde vive el Maitreya llamado Rey del Mundo:
Porque según se cree estas galerías se prolongarían a través del continente asiático, con ramificaciones a todos lugares, formando parte del remoto sitio cuyo mito se remonta a más de 60 mil años. Según se dice, dos vecinos que perseguían un oso a través de galerías secundarias, un verdadero laberinto, se encontraron repentinamente frente a una pared de vidrio, tras la cual dormía un gigante rubio rodeado de otros seres igualmente dormidos en estos sarcófagos de vidrio. Sobre la noticia, que parece remota, no deja de ser importante mencionar que desde entonces grupos de científicos, arqueólogos, geólogos y saqueadores viven en las cercanías.
El profesor inglés W. Agrest, que dedicó varios años de su vida al sitio, ha afirmado que este lugar marca una de las entradas al reino de Shambhala, donde vive el Maitreya llamado Rey del Mundo:
“Se sabe que este pueblo subterráneo ha vivido junto a nosotros desde antes, oculto en espera que alcancemos el grado de avance que ellos poseen. Estos sarcófagos con hombres no distintos a nosotros, aunque más altos, posiblemente sean humanos de una raza anterior a la nuestra; científicamente sabemos que el hombre se va achicando, y estos seres en nada se nos diferencian, a no ser el tamaño: unos 2.80 metros.
El lugar donde conducen estos laberintos es insospechado, pero todo indica que puede ser una entrada a Shambhala, y lo que se ha encontrado, una sala funeraria; hay quienes dicen que estos seres habrían llegado a la Tierra desde un planeta en extinción en naves aéreas que aterrizaron en una isla del desaparecido mar de Gobi, aunque esto, hasta ahora, es improbable. Lo que es verdadero, y basta ver en los libros, es que todas las religiones hablan de un Maitreya, que en el reino subterráneo se identifica como el Rey del Mundo”.
El lugar donde conducen estos laberintos es insospechado, pero todo indica que puede ser una entrada a Shambhala, y lo que se ha encontrado, una sala funeraria; hay quienes dicen que estos seres habrían llegado a la Tierra desde un planeta en extinción en naves aéreas que aterrizaron en una isla del desaparecido mar de Gobi, aunque esto, hasta ahora, es improbable. Lo que es verdadero, y basta ver en los libros, es que todas las religiones hablan de un Maitreya, que en el reino subterráneo se identifica como el Rey del Mundo”.
Por lo que se sabe, este Rey del Mundo se aparece sin mayor premeditación, en cualquier época y lugar, aunque, se dice, siempre de acuerdo a cierta posición del Sistema planetario en relación a la Tierra. Ahora de dice que el aparecido fue recibido en los monasterios de Narabanchi y Erdeni Dzo, en la meseta de Tibet, hoy territorio invadido por China, donde ya estuvo antes. Quienes lo han visto aseguran que “aunque tiene miles de años, parece muy joven. Pero no hay nada inmaduro en la luz de poder que brota de sus ojos.
Es ligeramente más grande que el hombre medio sin que exista en su cuerpo otra diferencia con nosotros, a excepción de la pigmentación de su piel: es dorado. Los que ahora afirman su presencia cuentan que posee una nueva ciencia que deberá desarrollarse durante los próximos 250 años, cuando con el nuevo milenio la humanidad estará dispuesta para recibir los beneficios que él trae. De acuerdo a la tradición se sabe que viene del corazón de la Tierra, donde está su reino subterráneo habitado por la antiquísima civilización oculta pero vigilante a cuanto ocurre en la superficie del planeta.
Es cierto que las primeras noticias de este personaje en el siglo XX las trajo el explorador Ferdynand Ossendowski, en la época de entreguerras, cuando obtuvo noticias precisas del Rey del Mundo durante un viaje por Mongolia.
Iba el hombre con su caravana cruzando ese país, cuando ocurrió algo, según narra:
Es ligeramente más grande que el hombre medio sin que exista en su cuerpo otra diferencia con nosotros, a excepción de la pigmentación de su piel: es dorado. Los que ahora afirman su presencia cuentan que posee una nueva ciencia que deberá desarrollarse durante los próximos 250 años, cuando con el nuevo milenio la humanidad estará dispuesta para recibir los beneficios que él trae. De acuerdo a la tradición se sabe que viene del corazón de la Tierra, donde está su reino subterráneo habitado por la antiquísima civilización oculta pero vigilante a cuanto ocurre en la superficie del planeta.
Es cierto que las primeras noticias de este personaje en el siglo XX las trajo el explorador Ferdynand Ossendowski, en la época de entreguerras, cuando obtuvo noticias precisas del Rey del Mundo durante un viaje por Mongolia.
Iba el hombre con su caravana cruzando ese país, cuando ocurrió algo, según narra:
“¡Deteneos! - murmuró mi guía mongol un día que atravesábamos el llano cerca de Tzagan Luk-. ¡Deteneos!
Y se dejó resbalar desde lo alto de su camello, que se tumbó sin que nadie se lo ordenase. El mongol se tapó con las manos la cara en actitud de orar y comenzó a repetir la frase:
-Om mani padme hung.
Los otros mongoles detuvieron también sus camellos y se pusieron a rezar. “¿Qué sucede?”, pensé yo, mirando en torno mío la hierba verde pálido que se extendía por el horizonte hasta un cielo sin nubes, iluminado por los últimos rayos soñadores del sol poniente. Los mogoles rezaron durante un momento, cuchicheando entre ellos y después de apretar las cinchas de los camellos reanudaron la marcha.
-¿No habéis visto - me preguntó el mongol - cómo nuestros camellos movían las orejas espantados, cómo los caballos guías en la llanura quedaban inmóviles y atentos, y cómo los carneros y el ganado se echaban en el suelo? ¿No observasteis que los pájaros dejaron de volar, las marmotas de correr y los perros de ladrar?
El aire vibraba dulcemente y tría de lejos la música de una canción que penetraba hasta el corazón de los hombres, de las bestias y de las aves. La tierra y el cielo contenían el aliento. El viento cesaba de soplar; el sol detenía su carrera. En un momento como aquél, el lobo que se aproximaba a hurtadillas a los carneros hace alto en su marcha solapada; el rebaño de antílopes, amedrentado, retiene su ímpetu peculiar; el cuchillo del pastor, dispuesto a degollar al carnero, se le cae de las manos; el armiño rapaz cesa de arrastrarse detrás de la confiada perdiz.
Todos los seres vivos transidos de miedo, involuntariamente sienten la necesidad de orar, aguardando su destino. Esto era lo que entonces ocurría, lo que sucede siempre que el Rey del Mundo, en su palacio subterráneo, reza inquiriendo el porvenir de los pueblos de la tierra.
Todos los seres vivos transidos de miedo, involuntariamente sienten la necesidad de orar, aguardando su destino. Esto era lo que entonces ocurría, lo que sucede siempre que el Rey del Mundo, en su palacio subterráneo, reza inquiriendo el porvenir de los pueblos de la tierra.
Así habló el mongol, pastor simple e inculto. Mongolia, con sus altas montañas áridas y terribles, sus llanuras ilimitadas cubiertas de los huesos esparcidos de los antepasados, ha dado origen al misterio; su pueblo, aterrado por las pasiones tormentosas de la naturaleza o adormecido por la paz de la muerte, lo siente en su plena magnitud y los lamas, rojos y amarillos, lo perpetúan y poetizan. Los pontífices de Urga y Lhassa guardan su ciencia y su posesión. Ha sido durante mi viaje a Asia Central cuando he conocido por primera vez el misterio de los misterios, pues no puedo llamarlo de otra manera.
Al principio no le concedí mucha atención, pero comprendí después su importancia al analizar y comparar ciertos testimonios esporádicos y frecuentemente sujetos a controversia. Los ancianos de la ribera del Amyl me refirieron una antigua leyenda, según la cual una tribu mongola, intentando huir de las exigencias de Gengis Khan, se ocultó en una comarca subterránea. Más tarde un lama de los alrededores del lago Nogan Kul me mostró, así que se disipó una nube de humo, la puerta que sirve de entrada al reino de Agharti.
Antaño penetró por esa puerta en el reino un cazador, y a su vuelta empezó a contar lo que había visto. Los lamas le cortaron la lengua para impedirle hablar de los misterios. Ya viejo, volvió a la entrada de la caverna y desapareció en el reino subterráneo cuyo recuerdo tanto encantó y regocijó su corazón de nómada. Obtuve informes más detallados de los labios del hutuktu Jelyl Dyamsrap de Narabanchi Kure.
Este me narró la historia de la llegada del poderoso Rey del Mundo a su salida del reino subterráneo, su aparición, sus milagros y profecías, y entonces solamente empecé a comprender que en esta leyenda, esta hipnosis, esta visión colectiva, de cualquier modo que se le interprete, encierra más de un misterio, una fuerza real y soberana, capaz de influir en el curso de la vida política de Asia. A partir de ese momento, comencé mis investigaciones.
El lama Gelong, favorito del príncipe Chultan Beyli, y el príncipe mismo, me hicieron la descripción de ese reino:
Al principio no le concedí mucha atención, pero comprendí después su importancia al analizar y comparar ciertos testimonios esporádicos y frecuentemente sujetos a controversia. Los ancianos de la ribera del Amyl me refirieron una antigua leyenda, según la cual una tribu mongola, intentando huir de las exigencias de Gengis Khan, se ocultó en una comarca subterránea. Más tarde un lama de los alrededores del lago Nogan Kul me mostró, así que se disipó una nube de humo, la puerta que sirve de entrada al reino de Agharti.
Antaño penetró por esa puerta en el reino un cazador, y a su vuelta empezó a contar lo que había visto. Los lamas le cortaron la lengua para impedirle hablar de los misterios. Ya viejo, volvió a la entrada de la caverna y desapareció en el reino subterráneo cuyo recuerdo tanto encantó y regocijó su corazón de nómada. Obtuve informes más detallados de los labios del hutuktu Jelyl Dyamsrap de Narabanchi Kure.
Este me narró la historia de la llegada del poderoso Rey del Mundo a su salida del reino subterráneo, su aparición, sus milagros y profecías, y entonces solamente empecé a comprender que en esta leyenda, esta hipnosis, esta visión colectiva, de cualquier modo que se le interprete, encierra más de un misterio, una fuerza real y soberana, capaz de influir en el curso de la vida política de Asia. A partir de ese momento, comencé mis investigaciones.
El lama Gelong, favorito del príncipe Chultan Beyli, y el príncipe mismo, me hicieron la descripción de ese reino:
- En el mundo -dijo el Gelong-, todo se halla constantemente en estado de transición y de cambio: los pueblos, las religiones, las leyes y las costumbres.
Cuántos grandes imperios y brillantes constituciones han perecido! Lo único que no cambia nunca es el mal, el instrumento de los espíritus perversos. Hace más de seis mil años, un hombre santo desapareció con toda un tribu en el interior de la tierra y nunca ha reaparecido en la superficie de ella. Muchos hombres sin embargo, han visitado después este reino misterioso: Sakya Muni, Nadur, Gheghen, Paspa, Baber y otros. Nadie sabe dónde se encuentra situado.
Dicen unos que hay una entrada en el Afganistán, otros que en la India. Todos los fieles de esta religión están protegidos contra el mal y el crimen no existe en el interior de sus fronteras. La ciencia se ha desarrollado en la tranquilidad y nadie vive amenazado de destrucción. El pueblo subterráneo ha llegado al colmo de la sabiduría. Ahora es un gran reino que cuenta con millones de súbditos regidos por el Rey del Mundo.
Este conoce todas las fuerzas de la naturaleza, lee en todas las almas humanas y en el gran libro del destino. Invisible, reina sobre ochocientos millones de hombres que están dispuestos a ejecutar sus órdenes.
Dicen unos que hay una entrada en el Afganistán, otros que en la India. Todos los fieles de esta religión están protegidos contra el mal y el crimen no existe en el interior de sus fronteras. La ciencia se ha desarrollado en la tranquilidad y nadie vive amenazado de destrucción. El pueblo subterráneo ha llegado al colmo de la sabiduría. Ahora es un gran reino que cuenta con millones de súbditos regidos por el Rey del Mundo.
Este conoce todas las fuerzas de la naturaleza, lee en todas las almas humanas y en el gran libro del destino. Invisible, reina sobre ochocientos millones de hombres que están dispuestos a ejecutar sus órdenes.
El príncipe Chultun Beyli agregó:
- Este reino es Agharti y se extiende a través de todos los accesos subterráneos del mundo entero. He oído a un sabio lama decir al Bogdo Jan que todas las cavernas subterráneas de América están habitadas por el pueblo antiguo que desapareció de la tierra.
Aún se encuentran huellas suyas en la superficie. Estos pueblos y estos espacios subterráneos dependen de gran cosa sorprendente. Sabéis que en los dos océanos mayores del Este y del Oeste había remotamente dos continentes.
Las aguas se lo tragaron y sus habitantes pasaron al reino subterráneo. Las cavernas profundas están iluminadas con un resplandor particular que permite el crecimiento de cereales y otros vegetales y duran las gentes una larga vida sin enfermedades. Allí existen numerosos pueblos e incontables tribus. Un viejo Brahmán budista de Nepal, obedeciendo a la voluntad de los Dioses, hizo una visita al antiguo reino de Gengis, Siam, y en ella encontró un pescador, quien le ordenó que ocupase su barca y bogase con él hacia el mar.
Al tercer día arribaron a una isla donde vivía una raza de hombres con dos lenguas, que podían hablar separadamente idiomas distintos. Les enseñaron animales curiosos, tortugas de dieciséis patas y un solo ojo, enormes serpientes de sabrosa carne y pájaros con dientes que cogían los peces del mar para sus amos desconocidos. Estos isleños le dijeron que habían venido del reino subterráneo y les describieron ciertas regiones.
Las aguas se lo tragaron y sus habitantes pasaron al reino subterráneo. Las cavernas profundas están iluminadas con un resplandor particular que permite el crecimiento de cereales y otros vegetales y duran las gentes una larga vida sin enfermedades. Allí existen numerosos pueblos e incontables tribus. Un viejo Brahmán budista de Nepal, obedeciendo a la voluntad de los Dioses, hizo una visita al antiguo reino de Gengis, Siam, y en ella encontró un pescador, quien le ordenó que ocupase su barca y bogase con él hacia el mar.
Al tercer día arribaron a una isla donde vivía una raza de hombres con dos lenguas, que podían hablar separadamente idiomas distintos. Les enseñaron animales curiosos, tortugas de dieciséis patas y un solo ojo, enormes serpientes de sabrosa carne y pájaros con dientes que cogían los peces del mar para sus amos desconocidos. Estos isleños le dijeron que habían venido del reino subterráneo y les describieron ciertas regiones.
El lama Turgut, que me acompañó en mi viaje de Urga a Pekín, me proporcionó otros informes. La capital de Agharti está rodeada de villas en las que habitan los grandes sacerdotes y los sabios. Recuerda a Lhassa, donde el palacio del Dalai Lama, el Potala, se halla en la cima de un monte cubierto de templos y monasterios. El trono del rey del mundo se alza entre dos millones de Dioses encarnados. Estos son los santos panditas. El palacio mismo se halla circundando por la residencia de los Goros, quienes poseen las fuerzas visibles e invisibles de la tierra, del infierno y del cielo, y pueden disponer a su antojo de la vida y la muerte de los hombres.
Si nuestra loca humanidad emprendiese la guerra contra ellos, serían capaces de hacer saltar la corteza de nuestro planeta, transformando la superficie de éste en desiertos. Pueden secar los mares, cambiar los continentes en océanos y convertir las montañas en arenales. A su mando los árboles, las hierbas y las zarzas empiezan a retoñar; los hombres resucitan. En extraños carros, que nosotros no conocemos, recorren a toda velocidad los estrechos pasillos del interior de nuestro planeta.
Algunos brahmanes de la India y ciertos Dalai Lamas del Tiber han conseguido escalar los picos de las cordilleras, nunca holladas hasta entonces por pisadas en la nieve y señales de ruedas de carruajes. El bienaventurado Sayka Muni encontró en la cima de un monte unas tablas de piedras con letreros que sólo descifró a edad muy avanzada, y penetró luego en el reino de Agharti del que trajo las migajas del saber sagrado que pudo retener en la memoria. Allí en palacios maravillosos de cristal, moran los jefes invisibles de los fieles: el Rey del Mundo, Brahytma, que puede hablar con Dios como yo os hablo, y sus dos auxiliares: Nahytma, que conoce los acontecimientos futuros, y Mahynga, que dirige las causas de estos acontecimientos.
Los santos panditas estudian el mundo y sus fuerzas. A veces, los más sabios de ellos se reúnen y envían delegados a los sitios donde jamás llegó la mirada de los hombres. Esto lo describe el Sashi Lama, que vivió hace ochocientos cincuenta años. Los pandistas más altos, con una mano en los ojos y la otra en la base de cráneo de los sacerdotes más jóvenes, les adormecen profundamente, lavan sus cuerpos con infusiones de plantas, les inmunizan contra el dolor, les hacen tan duros como la piedra, les envuelven en bandas mágicas y se ponen a rezar al Dios poderoso.
Los jóvenes petrificados, acostados, con los ojos abiertos y los oídos atentos, ven, oyen y se acuerdan de todo. Enseguida un Goro se acerca y clava en ellos una mirada penetrante. Lentamente los cuerpos se levantan de la tierra y desaparecen. El Goro sigue sentado, con los ojos fijos en el sitio al que los envió. Unos hilos invisibles les sujetan a su voluntad y algunos de ellos viajan por las estrellas, asisten a los acontecimientos y observan los pueblos desconocidos, sus costumbres y condiciones.
Escuchan las conversaciones, leen los libros y saben de las dichas y las miserias, de la santidad y los pecados, de la piedad y el vicio… Los hay que se mezclan a la llama, ven la criatura de fuego, ardiente y feroz, combaten sin tregua, derriten y machacan los metales en las entrañas de los planetas, hacen hervir el agua de los geysers y fuentes termales, funden las rocas y derraman sus materias en fusión sobre la superficie de la tierra y en los orificios de las montañas.
Otros se lanzan en busca de los seres del aire, infinitamente pequeños, evanescentes y transparentes, empapándose en sus misterios y descubriendo el objeto de su existencia. Algunos se deslizan hasta los abismos del mar y estudian el reino de las útiles criaturas del agua que transportan y esparcen el calor saludable por toda la tierra, rugiendo los vientos, las olas y las tempestades. En el monasterio de Erdeni Dru vivió antaño Pandita Hutuktu, que estuvo en Agharti. Al morir habló del tiempo en que moró por voluntad del Goro en una estrella roja del Este, y de cuando voló en el océano cubierto de hielos y vagó entre las llamas ondulantes que arden en las profundidades de la tierra.
Si nuestra loca humanidad emprendiese la guerra contra ellos, serían capaces de hacer saltar la corteza de nuestro planeta, transformando la superficie de éste en desiertos. Pueden secar los mares, cambiar los continentes en océanos y convertir las montañas en arenales. A su mando los árboles, las hierbas y las zarzas empiezan a retoñar; los hombres resucitan. En extraños carros, que nosotros no conocemos, recorren a toda velocidad los estrechos pasillos del interior de nuestro planeta.
Algunos brahmanes de la India y ciertos Dalai Lamas del Tiber han conseguido escalar los picos de las cordilleras, nunca holladas hasta entonces por pisadas en la nieve y señales de ruedas de carruajes. El bienaventurado Sayka Muni encontró en la cima de un monte unas tablas de piedras con letreros que sólo descifró a edad muy avanzada, y penetró luego en el reino de Agharti del que trajo las migajas del saber sagrado que pudo retener en la memoria. Allí en palacios maravillosos de cristal, moran los jefes invisibles de los fieles: el Rey del Mundo, Brahytma, que puede hablar con Dios como yo os hablo, y sus dos auxiliares: Nahytma, que conoce los acontecimientos futuros, y Mahynga, que dirige las causas de estos acontecimientos.
Los santos panditas estudian el mundo y sus fuerzas. A veces, los más sabios de ellos se reúnen y envían delegados a los sitios donde jamás llegó la mirada de los hombres. Esto lo describe el Sashi Lama, que vivió hace ochocientos cincuenta años. Los pandistas más altos, con una mano en los ojos y la otra en la base de cráneo de los sacerdotes más jóvenes, les adormecen profundamente, lavan sus cuerpos con infusiones de plantas, les inmunizan contra el dolor, les hacen tan duros como la piedra, les envuelven en bandas mágicas y se ponen a rezar al Dios poderoso.
Los jóvenes petrificados, acostados, con los ojos abiertos y los oídos atentos, ven, oyen y se acuerdan de todo. Enseguida un Goro se acerca y clava en ellos una mirada penetrante. Lentamente los cuerpos se levantan de la tierra y desaparecen. El Goro sigue sentado, con los ojos fijos en el sitio al que los envió. Unos hilos invisibles les sujetan a su voluntad y algunos de ellos viajan por las estrellas, asisten a los acontecimientos y observan los pueblos desconocidos, sus costumbres y condiciones.
Escuchan las conversaciones, leen los libros y saben de las dichas y las miserias, de la santidad y los pecados, de la piedad y el vicio… Los hay que se mezclan a la llama, ven la criatura de fuego, ardiente y feroz, combaten sin tregua, derriten y machacan los metales en las entrañas de los planetas, hacen hervir el agua de los geysers y fuentes termales, funden las rocas y derraman sus materias en fusión sobre la superficie de la tierra y en los orificios de las montañas.
Otros se lanzan en busca de los seres del aire, infinitamente pequeños, evanescentes y transparentes, empapándose en sus misterios y descubriendo el objeto de su existencia. Algunos se deslizan hasta los abismos del mar y estudian el reino de las útiles criaturas del agua que transportan y esparcen el calor saludable por toda la tierra, rugiendo los vientos, las olas y las tempestades. En el monasterio de Erdeni Dru vivió antaño Pandita Hutuktu, que estuvo en Agharti. Al morir habló del tiempo en que moró por voluntad del Goro en una estrella roja del Este, y de cuando voló en el océano cubierto de hielos y vagó entre las llamas ondulantes que arden en las profundidades de la tierra.
Estas son las historias que oí contar en las yurtas de los príncipes y en los monasterios lamaístas. El tono con que las referían me impedía formular la menor objeción. Durante mi estancia en Urga intenté hallar una explicación. Naturalmente el Buda vivo era quien mejor podía documentarme, y procuré, por tanto, hacerle hablar de ello. En una conversación con él cité el nombre del Rey del Mundo. El anciano pontífice volvió bruscamente la cabeza hacía mi lado y fijó en mi sus ojos inmóviles y sin vida. A mi pesar, me quedé callado.
El silencio se prolongó y el pontífice reanudó el diálogo de manera que comprendí no deseaba abordar el tema. En las caras de las demás personas observé la expresión del asombro y espanto que mis palabras habían producido, especialmente en el bibliotecario del Bogdo Jan. Se comprenderá fácilmente que todo aquello contribuyó a aumentar mi curiosidad y afán de profundizar en el asunto. Cuando salí del despacho del Bogdo Hutuktu, encontré al bibliotecario que se había ido antes que yo, y le pregunté si consistiría en que visitase la biblioteca del Buda vivo.
Empleé con él una treta inocente:
El silencio se prolongó y el pontífice reanudó el diálogo de manera que comprendí no deseaba abordar el tema. En las caras de las demás personas observé la expresión del asombro y espanto que mis palabras habían producido, especialmente en el bibliotecario del Bogdo Jan. Se comprenderá fácilmente que todo aquello contribuyó a aumentar mi curiosidad y afán de profundizar en el asunto. Cuando salí del despacho del Bogdo Hutuktu, encontré al bibliotecario que se había ido antes que yo, y le pregunté si consistiría en que visitase la biblioteca del Buda vivo.
Empleé con él una treta inocente:
-Sabed, mi querido lama -le dije-, que yo estuve un día en medio del campo, a la hora en que el Rey del Mundo conversaba con Dios, y experimenté la conmovedora impresión del momento.
Sorprendiéndose mucho, el viejo lama me repuso con tono sereno:
- No es justo que el budismo y nuestra religión amarilla lo oculten. El reconocimiento de la existencia del más santo y poderoso de los hombres del reino bendito, del gran templo de la ciencia sagrada, es tan consolador para nuestros corazones de pecadores y nuestras vidas corrompidas, que ocultarlo a la humanidad sería un pecado. Pues bien, oíd -añadió el letrado-: el año entero el Rey del Mundo dirige el trabajo de los panditas y goros de Agharti. A veces acude a la caverna del templo, donde reposa el cuerpo embalsamado de su antecesor, en un féretro de piedra negra. Esta caverna está siempre oscura, pero cuando el Rey del Mundo entra en ella, en los muros surgen rallos de fuego, y de la cubierta del féretro suben lenguas de llamas. El goro mayor se mantiene junto a él, tapadas la cabeza y la cara, con las manos cruzadas sobre el pecho. El goro no se quita nunca el velo del rostro, porque su cabeza es una calavera de ojos chispeantes y lengua expedita. Comulga con las almas de los difuntos.
El Rey del Mundo habla largo rato, luego se aproxima al féretro, extendiendo la mano. Las llamas brillan más intensamente, las rayas de fuego de las paredes se extinguen y reaparecen entrelazándose, formando signos misteriosos de alfabeto Vatannan. Del sarcófago empiezan a salir banderolas transparentes de luz apenas visible. Son los pensamientos de su antecesor. Pronto el Rey del Mundo se ve rodeado de una aureola de aquella luz, y las letras de fuego escriben, escriben sin cesar en las paredes los deseos y las órdenes de Dios. En aquel instante, el Rey del Mundo está en relación con las ideas de todos los que dirigen los destinos de la humanidad: reyes, zares, jefes guerreros, grandes sacerdotes, sabios, hombres poderosos. Conoce sus interiores y sus planes.
Si agradan a Dios, el Rey del Mundo los favorecerá con su ayuda sobrenatural, si desagrada a Dios, el Rey provocará su fracaso. Esta facultad la posee Agharti por la creencia misteriosa de Om, vocablo con el que principian todas nuestras plegarias. Om es el nombre de un antiguo santo, el primero de los goros que vivió hace trescientos mil años. Fue el primer hombre que conoció a Dios, el primero que enseñó a la humanidad a creer, esperar y a luchar con el mal. Entonces Dios le otorgó poder absoluto sobre las fuerzas que gobiernan el mundo visible. Después de su coloquio con su antecesor, el Rey del Mundo reúne el Supremo Consejo de Dios, juzga las naciones y los pensamientos de los grandes hombres y les ayuda o les anonada. Mahytma y Mahynga hallan el puesto de esas acciones e intensiones entre las causas que manejan el mundo.
Enseguida el Rey del Mundo entra en el templo, y a solas reza y medita. El fuego brota del altar, y poco a poco se propaga a todos los altares próximos, y a través de la llama ardiente se vislumbra cada vez más claro el rostro de Dios. El Rey del Mundo participa respetuosamente a Dios las decisiones del consejo, y recibe en cambio las instrucciones inescrutables del Omnipotente. Cuando abandona el templo, el Rey del Mundo exhala un resplandor divino.
El Rey del Mundo habla largo rato, luego se aproxima al féretro, extendiendo la mano. Las llamas brillan más intensamente, las rayas de fuego de las paredes se extinguen y reaparecen entrelazándose, formando signos misteriosos de alfabeto Vatannan. Del sarcófago empiezan a salir banderolas transparentes de luz apenas visible. Son los pensamientos de su antecesor. Pronto el Rey del Mundo se ve rodeado de una aureola de aquella luz, y las letras de fuego escriben, escriben sin cesar en las paredes los deseos y las órdenes de Dios. En aquel instante, el Rey del Mundo está en relación con las ideas de todos los que dirigen los destinos de la humanidad: reyes, zares, jefes guerreros, grandes sacerdotes, sabios, hombres poderosos. Conoce sus interiores y sus planes.
Si agradan a Dios, el Rey del Mundo los favorecerá con su ayuda sobrenatural, si desagrada a Dios, el Rey provocará su fracaso. Esta facultad la posee Agharti por la creencia misteriosa de Om, vocablo con el que principian todas nuestras plegarias. Om es el nombre de un antiguo santo, el primero de los goros que vivió hace trescientos mil años. Fue el primer hombre que conoció a Dios, el primero que enseñó a la humanidad a creer, esperar y a luchar con el mal. Entonces Dios le otorgó poder absoluto sobre las fuerzas que gobiernan el mundo visible. Después de su coloquio con su antecesor, el Rey del Mundo reúne el Supremo Consejo de Dios, juzga las naciones y los pensamientos de los grandes hombres y les ayuda o les anonada. Mahytma y Mahynga hallan el puesto de esas acciones e intensiones entre las causas que manejan el mundo.
Enseguida el Rey del Mundo entra en el templo, y a solas reza y medita. El fuego brota del altar, y poco a poco se propaga a todos los altares próximos, y a través de la llama ardiente se vislumbra cada vez más claro el rostro de Dios. El Rey del Mundo participa respetuosamente a Dios las decisiones del consejo, y recibe en cambio las instrucciones inescrutables del Omnipotente. Cuando abandona el templo, el Rey del Mundo exhala un resplandor divino.
-¿Ha visto alguien al Rey del Mundo? -pregunté.
-Sí -contestó el lama-. Durante las fiestas solemnes del primitivo budismo, en Siam y las Indias el Rey del Mundo se apareció cinco veces. Ocupaba una carroza magnífica tirada por elefantes engalanados con finísimas telas cuajadas de oro y pedrería. El Rey vestía un manto blanco y llevaba en la cabeza la tiara roja, de la que pendían hilos de brillantes que le tapaban la cara. Bendecía al pueblo con una bola de oro rematada con un áureo cordero. Los ciegos recobraron la vista, los sordos oyeron, los impedidos echaron a andar y los muertos se incorporaban en sus tumbas por doquiera fijaba la mirada el Rey del Mundo.
También se apareció hace ciento cincuenta años, en Erdeni Dzu, y visitó igualmente el antiguo monasterio de Sakkai y Narabanchi Kure. Uno de nuestros Budas vivos y uno de los Tashi Lamas recibieron de él un mensaje escrito de caracteres desconocidos y en láminas de oro. Nadie podía leer aquel documento. El Tashi Lama entró en el templo, puso la lámina de oro sobre su cabeza y empezó a rezar. Gracias a su plegaria los pensamientos del Rey del Mundo penetraron en su cerebro, y sin haber leído los enigmáticos signos comprendió y cumplió la regia disposición.
También se apareció hace ciento cincuenta años, en Erdeni Dzu, y visitó igualmente el antiguo monasterio de Sakkai y Narabanchi Kure. Uno de nuestros Budas vivos y uno de los Tashi Lamas recibieron de él un mensaje escrito de caracteres desconocidos y en láminas de oro. Nadie podía leer aquel documento. El Tashi Lama entró en el templo, puso la lámina de oro sobre su cabeza y empezó a rezar. Gracias a su plegaria los pensamientos del Rey del Mundo penetraron en su cerebro, y sin haber leído los enigmáticos signos comprendió y cumplió la regia disposición.
-¿Cuántas personas han ido a Agharti? -pregunté.
-Muchas contestó el lama-, pero todas guardan el secreto de lo que vieron. Cuando los Oletas destruyeron Lhassa, uno de sus destacamentos, recorriendo las montañas del Sudoeste, llegó a los límites de Agharti. Aprendieron algunas ciencias misteriosas y las trajeron a la superficie de la tierra. He aquí por qué los Oletas y los Kalmucos son tan hábiles magos y adivinos. Ciertas tribus negras del Este se internaron también en Agharti y allí estuvieron varios siglos. Más tarde fueron expulsados del reino y regresaron a la faz del planeta poseedores del misterio de los augurios según los naipes, las hierbas y las líneas de las manos. De esas tribus proceden los gitanos. Allá, en el Norte de Asia, existe una tribu en vías de desaparecer que residió en el maravilloso Agharti. Los miembros de ella saben llamar a las almas de los muertos cuando flotan en el aire.
El lama permaneció silencioso un buen rato. Luego, como respondiendo a mis pensamientos, continuó:
-En Agharti, los sabios panditas escriben en tablas de piedra toda la ciencia de nuestro planeta y de los demás mundos. Los doctos budistas chinos no lo ignoran. Su creencia es la más alta y pura. Cada siglo, cien sabios de China se reúnen en un lugar secreto, a orillas del mar, y de las profundidades de éste salen cien tortugas inmortales. En sus conchas, los chinos escriben sus conclusiones de la ciencia divina del siglo.
-Esto me recuerda la historia que me contó un viejo bonzo chino del templo del Cielo de Pekín. Me dijo que las tortugas viven más de tres mil años sin aire ni alimento y que ésta es la razón por la cual todas las columnas del templo azul del Cielo tienen por base tortugas vivas, a fin de evitar que se pudra la madera.
-Varias veces los pontífices de Urga y Lhassa han enviado embajadas a la Corte del Rey del Mundo -agregó el lama bibliotecario-; pero les fue imposible dar con ella. Sólo un cierto caudillo tibetano, después de una batalla con los Oletos, encontró la caverna con la célebre inscripción: “Esta puerta conduce a Agharti”. De la caverna salió un hombre de buena presencia que le mostró una plancha de oro con letras desconocidas y le dijo:
“El Rey del Mundo aparecerá delante de todos los hombres cuando llegue la hora de que se ponga al frente de los buenos para luchar con los malos; pero esa hora no ha sonado todavía. Los más malos de la humanidad aún están por nacer”.
El chiang chun, barón Ungern, nombró embajador suyo en el reino subterráneo al joven príncipe Punzig, pero éste regresó con una carta del Dalai Lama de Lhassa. El barón le envió de nuevo y la segunda vez no volvió. Nadie que desee llegar a Agharti podrá conocerla. Es cierto que sólo anulando el deseo de estar allí es posible ir, aunque verdaderamente entrar al reino subterráneo es algo que tiene que ver con la conjunción de las estrellas y la actitud del corazón.”
Apenas había terminado de decir esto el bibliotecario de Bogdo Jan, y antes de que Ossendowski pudiera hacer una pregunta, el lama se movió en silencio y desapareció. El explorador, más adelante en su relato, continúa así:
“El príncipe Chultun Beyle y yo estábamos dispuestos a abandonar Narabanchi Kure. Mientras que el Hutuktu oficiaba en honor del Sai, en el templo de la Bendición, yo me paseé por los alrededores, recorriendo las angostas sendas que bordean las casas de los lamas de los distintos grados: Gelongs, Getuls, Chaidje, y Rabdjambe; las escuelas donde enseñan los sabios doctores en medicina (Ta Lama); las hospederías de los estudiantes (Bandi); los almacenes, los archivos y las bibliotecas.
Cuando volví a la yurta del Hutuktu, éste me aguardaba. Me ofreció un gran hatyk y me propuso dar un paseo por el monasterio. Su semblante tenía una expresión preocupada que me hizo comprender que deseaba decirme algo importante. Al salir de la yurta, el presidente de la Cámara de comercio rusa, recién puesto en libertad, y un oficial ruso, se unieron a nosotros. El Hutuktu nos condujo a un pequeño edificio situado precisamente detrás de un muro de un amarillo deslumbrador.
Cuando volví a la yurta del Hutuktu, éste me aguardaba. Me ofreció un gran hatyk y me propuso dar un paseo por el monasterio. Su semblante tenía una expresión preocupada que me hizo comprender que deseaba decirme algo importante. Al salir de la yurta, el presidente de la Cámara de comercio rusa, recién puesto en libertad, y un oficial ruso, se unieron a nosotros. El Hutuktu nos condujo a un pequeño edificio situado precisamente detrás de un muro de un amarillo deslumbrador.
- En este edificio se han albergado alguna vez el Dalai Lama y Bogdo Jan; nosotros acostumbramos a pintar de amarillo las casas donde han habitado estas santas personas. ¡Entrad!
El interior estaba espléndidamente decorado. En la planta baja se hallaba el comedor, amueblado con mesas de madera maciza, ricamente talladas, y aparadores cargados de porcelana y bronces. Dos piezas constituían el piso de arriba: primero, una alcoba aderezada con pesadas cortinas de seda amarilla; una gran linterna china, lujosamente engastada de piedras multicolores, colgaba, por medio de una fina cadena de bronce, de una viga esculpida del techo. Había allí un amplio techo cuadrado cubierto con almohadones de seda, edredones y colchas.
La cama era de ébano de China y tenía como remate de las columnas que sostenían el cielo del techo unas estatuas bellamente ejecutadas representando como motivo principal al dragón de la tradición devorando al Sol. Junto a la cama se alzaba una cómoda completamente cuajada de figuras y grupos simulando escenas religiosas.
Cuatro butacas que incitaban al reposo completaban el mobiliario, con el trono oriental bajo, puesto sobre un estrado en el fondo de la estancia.
La cama era de ébano de China y tenía como remate de las columnas que sostenían el cielo del techo unas estatuas bellamente ejecutadas representando como motivo principal al dragón de la tradición devorando al Sol. Junto a la cama se alzaba una cómoda completamente cuajada de figuras y grupos simulando escenas religiosas.
Cuatro butacas que incitaban al reposo completaban el mobiliario, con el trono oriental bajo, puesto sobre un estrado en el fondo de la estancia.
-Veis ese trono? -me dijo el Hutuktu-. Una noche de invierno llegaron al monasterio varios jinetes y pidieron que todos los gelons y gatuls, con el Hutuktu y el Kanpo a su frente, se congregaran en esta estancia. Entonces uno de los extranjeros se subió al trono y se quitó su bachlyk, es decir, su peluca. Todos los lamas cayeron de rodillas porque habían reconocido al hombre de quien se viene tratando desde los siglos más remotos en las bulas sagradas del Dalai Lama, del Thasi Lama y del Bogdo Jan.
Es el hombre al que pertenece el mundo entero y que ha penetrado en todos los misterios de la naturaleza. Rezó una corta oración en tibetano, bendijo a todos los auditores e hizo profecías para la mitad del siglo siguiente. De esto hace treinta años, y en el intervalo, todas las profecías. se han cumplido. Durante sus plegarias ante el pequeño altar, en la sala próxima, la puerta que veis se abrió sola, los cirios y antorchas que había en el altar se encendieron espontáneamente, y los incensarios sagrados, sin lumbre, despidieron al aire vaporosas olas de incienso, que llenaron la habitación.
Luego, sin previo aviso, el Rey del Mundo y sus compañeros desaparecieron. Tras él no quedó el menor rastro, pues los mismos pliegues del ropaje de seda que cubría el trono se estiraron, dejándole como si nadie se hubiese sentado allí.
Es el hombre al que pertenece el mundo entero y que ha penetrado en todos los misterios de la naturaleza. Rezó una corta oración en tibetano, bendijo a todos los auditores e hizo profecías para la mitad del siglo siguiente. De esto hace treinta años, y en el intervalo, todas las profecías. se han cumplido. Durante sus plegarias ante el pequeño altar, en la sala próxima, la puerta que veis se abrió sola, los cirios y antorchas que había en el altar se encendieron espontáneamente, y los incensarios sagrados, sin lumbre, despidieron al aire vaporosas olas de incienso, que llenaron la habitación.
Luego, sin previo aviso, el Rey del Mundo y sus compañeros desaparecieron. Tras él no quedó el menor rastro, pues los mismos pliegues del ropaje de seda que cubría el trono se estiraron, dejándole como si nadie se hubiese sentado allí.
El Hutuktu penetró en el santuario, se arrodilló tapándose los ojos con las manos, y empezó a rezar. Miré el rostro tranquilo e indiferente del Buda dorado, sobre el cual las lámparas vacilantes proyectaban sombras movedizas, y luego dirigí la vista al lado del trono. ¡Oh, cosa maravillosa y difícil de creer! Ví realmente ante mí a un hombre fuerte, musculoso, de tez bronceada y expresión severa, acentuada en la boca y en las mandíbulas. El brillo de sus ojos presentaba a su fisonomía extraordinario realce. A través de su cuerpo transparente, envuelto en una capa blanca, leía las inscripciones, en tibetano, del respaldo del trono.
Cerré los ojos y a poco los abrí de nuevo. Ya no había nadie, pero el almohadón de seda del trono me pareció que se movía.
Cerré los ojos y a poco los abrí de nuevo. Ya no había nadie, pero el almohadón de seda del trono me pareció que se movía.
"Es nerviosismo", me dije, "una tendencia a la impresionabilidad anormal, producida por una tensión de espíritu desacostumbrada".
El Hutuktu se volvió a mí y dijo:
- Dadme vuestro hatyk. Noto que estáis inquieto por la suerte de los vuestros y quiero rezar por ellos. Orad también, implorad a Dios y dirigid las miradas del alma al Rey del Mundo, que pasó por aquí y santificó este lugar.
El Hutuktu colocó el hatyk en el hombro de Buda y, prosternándose sobre la alfombra delante del altar, murmuró una oración, y dijo:
-Pronto veréis a los que amáis. Fijad vuestra mirada.
Obedecí inmediatamente su orden, dada con voz grave, y fijé la vista en el nicho sombrío que me había indicado. Pronto en las tinieblas comenzaron a aparecer unas nubecillas de humo y de hitos transparentes. Flotaban en el aire haciéndose cada vez más densas y numerosas, hasta el momento en que, poco a poco, formaron cuerpos humanos y contornos de objetos.
Vi una habitación que me era desconocida, en la que se hallaba mi familia rodeada de antiguos amigos y de otras personas. Conocí incluso el traje que llevaba mi mujer. Todas las facciones de su querido rostro se mostraron perfectamente visibles y claras. Luego la visión se atenuó, se desvaneció entre nubes de humo y de hilos transparentes y desapareció por completo. Detrás del Buda dorado no había más que tinieblas.
El Hutuktu se incorporó, quitó mi hatyk del hombro de Buda y me lo entregó, diciendo estas palabras:
Vi una habitación que me era desconocida, en la que se hallaba mi familia rodeada de antiguos amigos y de otras personas. Conocí incluso el traje que llevaba mi mujer. Todas las facciones de su querido rostro se mostraron perfectamente visibles y claras. Luego la visión se atenuó, se desvaneció entre nubes de humo y de hilos transparentes y desapareció por completo. Detrás del Buda dorado no había más que tinieblas.
El Hutuktu se incorporó, quitó mi hatyk del hombro de Buda y me lo entregó, diciendo estas palabras:
-La fortuna os acompaña. La bondad de Dios jamás os abandonará.
Salimos de la morada del Rey del Mundo, donde este soberano desconocido rezó por la humanidad entera y predijo el destino de los pueblos y de los Estados. Grande fue mi sorpresa cuando supe que mis compañeros habían sido también ellos testigos de mi visión y cuando me describieron con los más minuciosos detalles el aspecto y los trajes de las personas que yo había visto en el nicho oscuro detrás de la cabeza del Buda. A fin de conservar el testimonio de las demás personas que vieron como yo esa aparición extraordinariamente emocionante, les rogué detectaran las señas de lo que habían visto. Tengo estos documentos en mi poder.
Pero este gran misterio de los misterios continúa siendo impenetrable.
Pero este gran misterio de los misterios continúa siendo impenetrable.
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